Sr. Director:
La admiración que suscitó España en el mundo por su transición a la democracia está dando paso a una mirada crítica a lo que el influyente “Financial Times” no ha dudado en llamar “caos” en la gestión de la pandemia, y a la ausencia de acuerdos políticos.
En otros medios se habla sin rodeos de una crisis constitucional y el principal periódico suizo llega incluso a considerar a nuestro país como un “Estado fallido” ante el separatismo catalán, los ataques a la monarquía, la dependencia del Gobierno de la izquierda radical y la incapacidad para hacer los presupuestos. A su vez, el semanario “The Economist” se ocupa también de la influencia que está teniendo en la pandemia y en la economía la “venenosa política” de España.
Resulta preocupante que esa visión tan negativa de España se produzca en medio de las dificultades que afronta la propia Comisión Europea para aprobar sus presupuestos y, sobre todo, la llegada de los fondos extraordinarios para paliar la crisis económica. Cabe preguntarse ¿Cómo lo estamos haciendo de mal para haber pasado de la admiración al “Estado fallido”?