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Increíble. Resulta que los equilibrios de Bono en relación a la ley del aborto no convencen a la Iglesia. Menos aún después de haber apelado a la Evangelium Vitae. Así que la propuesta de Luis Solana es que se haga masón. De esta manera podrá apelar a la solidaridad y a la justicia social con cierto halo de trascendencia y de organización, sin tener que soportar las críticas de una jerarquía católica que no le quiere. No, Luis, la solución para Bono es la coherencia. Porque no se puede nadar y guardar la ropa. Obviamente Bono no se siente cómodo con una reforma del aborto impulsada por la rama más feminista y laicista de su partido. Dígalo y vote en conciencia. Lo que no vale es -como Guerra- arremeter contra el Estatut y terminar avalándolo. ¿Y los principios? Los principios de mes son los que importan.