Sr. Director:
Los sucesos violentos de Grecia invitan a todos a una seria reflexión para evitar el contagio de la peste, que acabe con la convivencia pacífica ciudadana, aquí en España y en Sebastopol.
El presidente europeo lo ha dicho directamente sin tapujos: Ningún país está a salvo. Apliquémonos el conocido refrán: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar o el otro, que reza: Es mejor prevenir que lamentar.
Es sabido que frente a la violencia desatada, no hay alternativa que valga. Sólo la anarquía. Lo sensato es prevenir los brotes de violencia en nuestro país con los grupos antisistema. En lo posible, evitar las causas que originen la formación de tales grupos, apostando en sana democracia por la Ley y el orden.
En estas circunstancias, no estaría mal recapacitar con sensatez y tener en cuenta un aviso para navegantes: Sin Dios y sin Religión, todo es posible aquí y ahora. No estaría mal rememorar el luctuoso pasado de la República, Guerra civil y Dictadura, para no reincidir en él o en algo parecido.
Ojo pues, con la dinámica que se puede poner en marcha en estos momentos: acción, reacción, represión, manifestación, vandalismo con nueva represión, hasta lograr una o varias víctimas y ya tenemos armado el bochinche que nadie quiso ni esperaba.
Quien quiera jugar con explosivos, que lo haga lejos del polvorín.
Miguel Rivilla San Martín
miriv@arrakis.es