Sr. Director:
A nuestros representantes municipales les da igual la ruina económica, con un paro que dobla la media europea, tampoco parece importarles la corrupción o el derroche en presupuestos para cosas inútiles pagados por todos. Lo que les pone a cien, como a sus antepasados políticos, los que mataban curas, monjas, católicos y quemaban iglesias, es atacar a la Iglesia católica, su moral, fe y valores, por eso hacen lo imposible para adoctrinar niños con Educación para la Ciudadanía, o defienden el lucrativo negocio de las clínicas abortistas a capa y espada, negando incluso el derecho a expresarlo, como ha hecho el PSOE, calificando de retrógrados y fundamentalistas a los que estamos a favor de la vida, y lo hacemos por cierto, sin insultar.
Es un gran acierto la valentía de la Conferencia Episcopal defendiendo los derechos del embrión y del feto humanos, desprotegidos prácticamente y aún más con la nueva ley del aborto a plazos. Y se dicen los socialistas protectores de los más desfavorecidos. Por eso, debemos felicitar a las hermandades de Sevilla y otras ciudades que han aprobado medidas en contra del aborto, protestando públicamente, canalizando ayudas humanas y económicas y creando una comisión de protección al no nacido.
Contrasta el hermoso gesto cristiano con el vilismo anticatólico de ciertos sectores políticos, sindicales y ultra subvencionados por el Gobierno, como el mundo del cine.
Rosendo Alcaraz Gutiérrez