"Ante un embarazo no deseado, la medida fundamental es acudir cuanto antes en demanda de asesoramiento a un centro de salud, un centro de planificación familiar, o centros de información de los derechos de la mujer. Estos servicios deben informar acerca de la posibilidad de aplicación de la ley en cada caso, de las consecuencias médicas, psicológicas y sociales de la interrupción del embarazo, y asesorar sobre los centros donde se puede acudir y de los trámites a realizar".

 

Este es el mensaje que la Federación de Planificación Familiar (FPF) ofrece a través de su web (www.fpfe.org). Como ven, todo muy ajustado a la legalidad vigente. Una legalidad permisiva con el terrorismo intrauterino, pero legalidad. Sin embargo, la filial española de la multinacional abortera International Planned Parenhood Federation (IPPF) incumple la ley. El pasado 28 de mayo, su presidente, Guillermo González Antón, afirmaba en Radio Voz Galicia que ellos "no evaluaban los supuestos porque para eso ya estaban los centros IVE acreditados". (Recomendamos la escucha del rifi-rafe mantenido entre el doctor González Antón y la secretaria de la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), Victoria Uroz:

http://www.hazteoir.com/documentos/Programa_Radio_Voz.WAV)

 

Ya metidos en harina, el doctor experto en sexualidad humana calificó el aborto como "acto médico" y abogó por una mayor liberalización para que la mujer tuviera "un completo control de su salud reproductiva". Es decir, que decidiera cuándo quería tener a su hijo y cuándo quería desprenderse de él. Un "progresismo" que, como afirma la Asociación de Víctimas del Aborto, contradice lo dispuesto por la Organización Médica Colegial que, en 1983, y en sucesivas declaraciones, ha señalado que el aborto no es un acto médico.

 

El doctor González Antón actúa ideologizado, pero también movido por el vil metal. Según reza en la memoria de 2002 (http://www.fpfe.org/docs/Memoria 2002 imprenta.pdf, página 20), la Federación de Planificación Familiar recibe financiación de la Asociación de Clínicas Acreditadas para IVE, y las clínica abortistas Dator, Isadora, Tutor Médica y Mediterránea. Además, también colaboran financieramente los laboratorios Shering y Alcalá Pharma, comercializadores de la ‘píldora del día después'.

 

Es decir, que la "independiente" Federación de Planificación Familiar es, en realidad, un agente comercial del negocio de la muerte con el paraguas del Fondo de Población de Naciones Unidas. O sea, fomentan la "salud reproductiva", pero sólo y exclusivamente en pro del derecho de las mujeres. Eso sí, siempre cae el aguinaldo de los doctores Muerte, encantados de que la Federación realice la promoción.

 

Pero esto, obviamente, no merma la independencia de una organización tan prestigiosa como la Federación que goza de apoyos tan importantes como las "Católicas por el Derecho a Decidir" o el Programa Daphne de la Comisión Europea. Una buena razón para que el anterior Gobierno Aznar participase con 225.000 euros anuales. ¡Viva la pólvora del Rey!

 

Con tanta independencia se entiende bien que al doctor González Antón le preocupe poco las obligaciones de la Ley del consentimiento informado 41/2002, cuya ausencia de aplicación excluye a la madre de la información "sobre las consecuencias médicas, psicológicas y sociales de la interrupción del embarazo" que reza la Federación en su página web. ¿Información? Pá qué. ¿A quién le importa? ¿Usted qué quiere? ¿Abortar? Adelante. Pasen usted y sus 300 euros, por favor.

 

Más. Porque el paraguas ideológico de la cultura de la muerte no sólo se financia de los que la practican y los fondos públicos. Importantes entidades financieras como el SCH y Caixa Galicia también participan de este chiringuito de asesoría independiente. ¿Por qué? ¿Qué se le ha perdido al señor Botín con la salud sexual y reproductiva? Reconozco que la pregunta se me escapa, pero, seguramente, que el interesado, mecenas de las cuevas de Altamira, será capaz de responder a qué se debe tan altruista tarea.

 

De momento, don Emilio, le propongo que redireccione su generosidad en apoyo a las madres en dificultad. Seguramente ellas, las madres, le estarán más agradecidas. Y sobre todo, sembrará un nuevo cuentacorrentista más, susceptible de colocar una hipoteca o un préstamo personal dentro de 25 años. ¿Qué le parece? Yo creo que es un buen negocio. Más limpio, más rentable, más sano, más altruista y, sobre todo, más independiente. Máxime si tiene en cuenta la campaña de boicot a los patrocinadores de la Federación de Planificación Familiar lanzada desde del portal del ciudadano activo www.hazteoir.org

 

 

Luis Losada Pescador