Sr. Director:

Yo tengo un sueño muy ligero, y la noche pasada noté que había alguien andando sigilosamente por el jardín de la casa.

Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la  ventana del baño. Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón allí, contemplándolo tranquilamente. 

Llamé bajito a la policía e informé la situación y di mi dirección.

Me preguntaron si el ladrón estaba armado o si ya estaba dentro de la casa. Aclaré que no y me dijeron que no había ninguna patrulla cerca para ayudar, pero que iban a mandar a alguien tan pronto como fuera posible. Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz calma:

- Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay necesidad de que se apuren. Ya he matado al ladrón con un tiro de escopeta del 12, que tengo guardada para estas situaciones. ¡Joder! ¡El tiro lo ha destrozado! Está hecho una mierda.

Pasados menos de tres minutos, había en mi calle 5 coches de policía, un helicóptero, una unidad de rescate, un equipo de TV, una abogada de los de los derechos humanos, que no se perderían esto por nada del mundo. Ellos agarraron al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombrado. Tal vez él estuviese pensando que era la casa del Jefe de Policía. En medio del tumulto, un inspector se aproximó y me  dij

- Creí que había dicho que había matado al ladrón.

A lo que yo le contesté:

- Creí que me habían dicho que no había nadie disponible...

Iñigo de Alfonso Mustienes

dalfons10@hotmail.com