Los próximos 22 y 23 de enero se celebra en el Palacio de Congresos de Madrid el primer Salón Inmobiliario entre particulares. La originalidad se encuentra no sólo en que se abre la feria inmobiliaria a la oferta y demanda de particulares no profesionales sino que se exige que las ofertas presentadas tengan descuentos de al menos el 30%. Exactamente la cifra de sobrevaloración con la que trabaja Rajoy. Probablemente más cercana a la realidad que las que se ofrecen excesivamente por The Economist (55%) o el discurso de ajustado a mercado lanzado desde TINSA y operadores inmobiliarios. Por cierto que TINSA señalaba en la mañana de este martes que la vivienda libre había descendido un 6,6% en diciembre y un 14,8% desde el máximo de diciembre de 2007. Aún así, todos los expertos coinciden en que son necesarios descuentos adicionales para que oferta y demanda lleguen a encajar.
En el salón habrá 1.000 casas con estos descuentos. Y en de ellas 300 han sido aportadas por entidades financieras. Algunas como Caixa Catalunya han asumido la realidad y están dispuestas a descuentos agresivos para hacer liquidez y sanear balance. Otras, como el Banco Popular, apuestan por la estrategia de aguantar. Habrá que ver cómo funciona este Primer salón Inmobiliario. Pero los descuentos del 30% parecen atractivos. Siempre que sean reales, claro.