El acto de conciliación entre la dirección de la compañía Iberia y los pilotos ha sido retrasado hasta el miércoles 12. Pero que nadie se emocione, ninguna de las dos partes prevé un acuerdo, con lo que la huelga continuará durante toda la semana prevista. Y por si fuera poco, los maquinistas de RENFE también han planteado huelga en julio.
La verdad es que los pilotos nunca han contado con muchas simpatías ni entre la sociedad, ni entre los medios informativos ni entre sus propios compañeros. Pero ésta vez el clamor ha llegado más lejos que nunca. No obstante, la compañía no se atreve a judicializar el conflicto por temor a aumentar el volumen de pérdidas. Es más, la creación de Catair, más que un ahorro de costes supone el deseo de empezar de nuevo con un colectivo y unas condiciones laborales distintas. Es precisamente por ello por lo que los sindicatos del personal de tierra de la compañía aconsejan a Iberia que no garantice el empleo y sueldo de los pilotos hasta los sesenta y cinco años, a la vez que urgen a la compañía a remodelar el articulo por el cual los pilotos tienen asegurada la mayor parte de sus sueldos, independientemente de que trabajen o hagan huelga.
Por otra parte, en el acto de conciliación no se prevé acuerdo por la sencilla razón de que Iberia ya ha cumplido la exigencia de los pilotos de asegurarles su puesto de trabajo, pero como ya asegurara Hispanidad (ver edición de ayer) los pilotos pretenden más, quieren controlar el escalafón, es decir, la entrada de nuevos pilotos.