Sr. Director:
El llamamiento que ha hecho el Papa a los católicos de todo el mundo para que celebren hoy sábado 27 una Vigilia por toda la vida humana naciente, ha encontrado una respuesta positiva masiva de todo el mundo y de líderes pro-vida.
Católicos de todo el mundo han respondido al llamamiento de Benedicto XVI para la celebración de esta Vigilia.
El Santo Padre, en su reciente visita a Barcelona, volvió a pedir que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. Lo hizo ante en la Basílica dedicada a la Sagrada Familia, de Gaudí.
Hace unos días fui a visitar a una amiga que ha dado a luz a su tercer hijo y al entrar en casa estaban los otros dos pequeños allí jugando, me acerco a ellos y les pregunto: "¿por qué no me enseñáis ese juguete que os regalado Dios?" y me contesta la niña mayor de cuatro años: "¡no es un juguete, es otro hermanito!" Lo que una pequeña de cuatro años reconoce por sabiduría nata, hay algunos científicos y políticos que no lo quieren reconocer. Por eso, el desafío que tenemos todos, hombres y mujeres de hoy, es urgente y arduo. Sólo la cooperación concorde de cuantos creen en el valor de la vida, como por ejemplo la pequeña de cuatro añitos, somos los que tenemos que proteger y defender, la única manera de poder evitar una derrota del hombre y de nuestra civilización de consecuencias imprevisibles. Por el momento la Providencia nos ha concedido un Papa que no hace más que invitarnos a que hagamos como aquellos primeros cristianos, que llegaron a convertir a la sociedad en la que vivían: estamos llamados a transformar nuestro entorno, en defensa de los más débiles y de su derecho primero a la vida.
Carmen Ramírez
El llamamiento que ha hecho el Papa a los católicos de todo el mundo para que celebren hoy sábado 27 una Vigilia por toda la vida humana naciente, ha encontrado una respuesta positiva masiva de todo el mundo y de líderes pro-vida.
Católicos de todo el mundo han respondido al llamamiento de Benedicto XVI para la celebración de esta Vigilia.
El Santo Padre, en su reciente visita a Barcelona, volvió a pedir que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. Lo hizo ante en la Basílica dedicada a la Sagrada Familia, de Gaudí.
Hace unos días fui a visitar a una amiga que ha dado a luz a su tercer hijo y al entrar en casa estaban los otros dos pequeños allí jugando, me acerco a ellos y les pregunto: "¿por qué no me enseñáis ese juguete que os regalado Dios?" y me contesta la niña mayor de cuatro años: "¡no es un juguete, es otro hermanito!" Lo que una pequeña de cuatro años reconoce por sabiduría nata, hay algunos científicos y políticos que no lo quieren reconocer. Por eso, el desafío que tenemos todos, hombres y mujeres de hoy, es urgente y arduo. Sólo la cooperación concorde de cuantos creen en el valor de la vida, como por ejemplo la pequeña de cuatro añitos, somos los que tenemos que proteger y defender, la única manera de poder evitar una derrota del hombre y de nuestra civilización de consecuencias imprevisibles. Por el momento la Providencia nos ha concedido un Papa que no hace más que invitarnos a que hagamos como aquellos primeros cristianos, que llegaron a convertir a la sociedad en la que vivían: estamos llamados a transformar nuestro entorno, en defensa de los más débiles y de su derecho primero a la vida.
Carmen Ramírez