Martes 8 de abril, huelga de funcionarios. En la sede de la Presidencia madrileña, sin embargo, hay mucho movimiento. Se renueva el pacto de la sociedad Aval Madrid, con la caja de ahorros de la capital. Por tanto, ahí estaba Rato, como puede verse en la foto. Lo que la instantánea no puede aclarar es que Rodrigo Rato no venía a una firma protocolaria. Terminado el acto, se encerró en el despacho con Aguirre y le pidió que no se opusiera la fusión con la valenciana Bancaja además de pedirle su apoyo para convencer a los valencianos de la operación.
Pero la agenda matinal de Esperanza Aguirre no había terminado. Para ser día de huelga, la presidenta se lo curró. A última hora de la mañana, llegaba a la sede de Puerta del Sol Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Al ilustre gobernador debió costarle horrores tener que rebajarse a hablar con un barón, baronesa, autonómico pero también es verdad que ambos se conocen.
¿Qué quería MAFO? Pues casi lo mismo que Rato. Que Aguirre, como presidenta de la Comunidad de Madrid, apoyara la iniciativa, e incluso las necesarias cesiones del caso, como, por ejemplo, que la sede de la futura caja-banco se vaya a Valencia.
Se trataba de que Francisco Camps, que ya había cedido en el caso de la CAM, cediera también en Bancaja.
Y es que MAFO se jugaba mucho en el intento.
Miriam Prat
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