Ben Stiller, alma mater de La vida secreta de Walter Mitty, inspirándose en el homónimo y célebre relato literario de James Thurber, que incluso dio nombre a un síndrome, ha dirigido una de las películas más deliciosas de este año, muy superior en calidad a la comedia clásica del año 1947.
Walter, un apocado empleado del archivo audiovisual de la revista Life, se evade de su rutinaria vida imaginando que es el protagonista de grandes aventuras por las que se convierte en el héroe de la atractiva compañera de trabajo de la que está enamorado. Pero cuando Walter pierde el negativo de la fotografía que puede convertirse en la instantánea más famosa de la Historia, este hombre gris se verá obligado a ponerse en marcha, superar sus miedo y a que su vida real se parezca muchísimo a la que siempre imaginó…
A través de Walter Mitty vivimos aventuras increíbles que transcurren en impresionantes parajes; nos reímos con diálogos chispeantes; contemplamos el poder que tiene el amor, capaz de saltar cualquier barrera, y asistimos al homenaje más bonito que puede hacerse a la cercana muerte de la prensa en papel.
El actor Ben Stiller, que aquí también ejerce de director, imbuido en un espíritu totalmente 'capriano' gracias al guión de Steve Conrad (autor de En busca de la felicidad) defiende en esta película lo importante que es disfrutar de la vida y hacer realidad los sueños. Todo ello enmarcado por una fotografía espectacular de Stuart Dryburgh y una agradable banda sonora de Theodore Shapiro.
De tal forma que La vida secreta de Walter Mitty no sólo resulta una comedia encantadora sino una de las propuestas más optimistas que se exhiben en la cartelera. Conviene que no terminen este año, o empiecen el 2014, sin ir al cine a verla. Les aseguramos que saldrán de sala encantados.
Para: Cualquiera que crea que la vida merece vivirse. Recomendable para ver en cualquier momento