Lo ha leído un aborigen. Me informa que su mujer tiene el VIH y él tiene el VIH . Tuvieron dos gemelos que nacieron con el VIH , igual que el padre. Ahora la esposa está embarazada de tres meses y desea abortar; sin embargo, el marido no es partidario de la interrupción del embarazo. Me pregunta: ¿Qué debo hacer si mi esposa insiste en abortar? Le contesté que el hijo que esperan es un don de Dios, un regalo divino y que abortar es un crimen que marcará, para siempre, sus vidas. Dios sabe más, posiblemente ese nuevo hijo sea lo mejor de sus vidas. Evite el aborto, animando a su mujer para que no lo haga.
También he recibido un documento titulado Test del embarazo en el que se describen cinco situaciones que podrían, aparentemente, justificar el aborto.
El primer caso es el de un marido asmático y la madre tuberculosa. Tienen cuatro hijos. El primero es ciego, el segundo sordo, el tercero murió en el parto y el cuarto tiene tuberculosis.
El segundo embarazo se produjo porque un hombre blanco violó a una niña negra de trece años.
El tercero es el de una mujer que ya tiene muchos hijos, dos de ellos han muerto, su esposo está en la guerra y a ella le queda poco tiempo de vida.
El cuarto caso es el de un pastor anglicano y su esposa, con problemas económicos muy graves, ya tienen 14 hijos y son realmente pobres.
El quinto es el de una joven cuyo esposo no el padre del hijo que está esperando.
Si en estos cinco supuestos se hubiera practicado el aborto, se habrían quedado sin nacer cinco personas de gran trascendencia para la Humanidad. En el orden de los casos citados: Ludwig van Beethoven, renombrado compositor, director de orquesta y pianista alemán; una de las mejores cantantes de color, Ethel Walters; Juan Pablo II, Papa de la Iglesia Católica; Juan Wesley, pastor anglicano y teólogo y Jesús de Nazareth, el Redentor del mundo.Clemente Ferrer