El espanto que más nos entristece es el más cercano. Alejandro Toledo, realizador de spots publicitarios, percibió algo parecido a la zozobra, mientras caminaba por el centro de la ciudad.

«Fue en una calle peatonal. Me tropecé con un sujeto conocido de la profesión cuando surgía de una casa de comidas de Cáritas. Rondaron por la mente muchas cosas, de modo especial pensé en mi niña que, como todos nosotros, corría el peligro de trocarse en una «nueva pobre».

Alejandro Toledo, director de videoclips de Alejandro Sanz o Marta Sánchez, y de anuncios para diversas marcas, se concretó que algo tenía que hacer. «Nos propuso hacer lo que mejor sabe, un videoclip para llamar la atención sobre un drama doloroso, el de muchas personas de la clase media que se asoman a la pobreza», afirma Javier Hernando, coordinador de Cáritas.

El productor conmovido y el mortal que cohabita con la címbara de la necesidad hablaron sobre el horizonte gris que se vislumbra. Hernando le relató su labor con los más necesitados. Le dijo que entre 2005 y 2007, Cáritas Madrid había atendido a 182.000 mortales de toda edad y condición, mientras que en el siguiente trienio (2008-2010) fueron 322.000 personas. Le dijo también que los años 2011 y 2012, serán pésimos.

Alejandro Toledo realizó el spot sin cargo alguno, la protagonista fue su propia hija. ¿Por qué? Pensó que cualquiera de nosotros podría caer en la más absoluta indigencia. En ese «cualquiera» incluía a su hija, que cuando grabó el spot tenía cuatro años. Le afectó mucho como padre. Fue una sensación tan íntima que no podía filmarlo con otra niña. Necesitaba rodar el spot con hija de cuatro años.

A Cáritas España arribaron más de 3.000 "nuevos pobres", en el año 2010. Familias que habían pasado de la lasitud a la indigencia,  como secuela de un paro vertiginoso, provocado por la crisis económica. La mayor parte de los casos atendidos fueron de familias, en un 74%.

En la red confederal de Acogida y Atención Primaria se verificó la crecida de familias indigentes. Todos los componentes de las mismas se encontraban en el paro.

Acuden a Cáritas para pedir ayuda económica y poder hacer frente a sus carestías básicas de vivienda, alimentación, acceso al empleo y hasta para comprar libros de texto. También acuden jóvenes que han vuelto al hogar paterno: han perdido su trabajo, su potencial económico para costear una hipoteca o de matrimonios jóvenes que descargan a sus retoños al celo de los abuelos; no tienen fondos para abonar el importe de una guardería.

La red  confederal atiende las situaciones de pobreza a la que se enfrentan las familias de mayor precariedad social. En el año 2010 se destinaron 7,7 millones de euros. También se ha pedido elevar el porcentaje de inversión al gasto social del PIB hasta la media de la Unión Europea, aumentando 0,6 puntos porcentuales cada año del 2010 al 2020.

Por último, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española ha entregado, en la sede nacional de Cáritas, un donativo de cinco millones de euros, un gesto de toda la Iglesia de España.

Clemente Ferrer

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