Sr. Director:
Tras un periodo de pequeño crecimiento en los últimos diez años, la natalidad se frenó en España un 5 por ciento en el año 2009 y la tasa de natalidad bajó del 11,37 hasta el 10,73 por ciento de nacidos por cada mil habitantes, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que también destaca un descenso en el número de nacimientos de madre extranjera (un 6 por ciento menos), que cada vez tienen menos descendencia, aunque uno de cada cinco nacimientos es de madres inmigrantes. El relevo generacional en este país está claramente en peligro.

 

La media de hijos de una madre extranjera era de 1,81 en 2008, mientras que en 2009 bajó hasta el 1,69. Aún así, siguen representando el 20,6 por ciento del total de nacimientos. En el caso de las madres de nacionalidad española, el número de hijos también desciende pero en menor medida, de un 1,38 a un 1,33.

Cabe destacar que para que se produzca un relevo generacional, el índice de fecundidad ha de ser superior a 2.1 hijos por mujer. De no solucionarse la crisis demográfica, a medio y largo plazo será imposible mantener el nivel de cobertura social, sobre todo para las personas de mayor edad. El gasto sanitario y el de pensiones será inasumible antes de dos décadas. Además, España acabará necesitando una cantidad ingente de mano de obra procedente de la inmigración.

Mientras tanto, el Gobierno español ha profundizado en sus políticas anti-natalistas mediante la promulgación de una nueva ley del aborto y la profundización en un modelo educativo que banaliza las relaciones sexuales y promueve la anticoncepción. Se da la circunstancia de que en este país abortan más de una de cada 7 mujeres que se quedan embarazadas, eso antes de entrar en vigor la ley del aborto libre.

JD Mez Madrid