Un empate que sabe a victoria". Era la frase más repetida por los aficionados madridistas y por los periodistas especializados tras el empate con el Barça del pasado sábado. Curioso: ¿una victoria empatar en casa y quedarse a ocho puntos del líder a falta de seis jornadas? Éste no es mi Madrid.

Ya he dicho que cuando vuelva el madridismo yo volveré a ser del Madrid. Y el Madrid se lo ha cargado Florentino Pérez con su visión empresarial. Su error consiste en que un club de fútbol no es una empresa: es algo más o algo menos, pero algo, en cualquier caso, distinto.

Florentino Pérez se ha cargado el madridismo por tres razones:

1. No a la cantera. En efecto, el Real Madrid no se ha convertido en una empresa sino en algo peor: se ha convertido en una bolsa, en un mercado financiero de compra-venta de jugadores. Y naturalmente se ha cargado la cantera.

2. Encima los fichajes de Florentino se caracterizan por su espíritu hortera. No saben sufrir porque las estrellas se han olvidado de sufrir. Con ello, han olvidado la principal virtud de un deportista: la modestia. ¿Es que alguien piensa que un Cristiano Ronaldo o un Mourinho pueden ser un ejemplo para la chiquillería madridista? 

3. El Madrid no es constructivo sino destructivo. Es el anti-fútbol, aunque ir a la contra pueda resultar beneficioso en algunas situaciones.

Revisen ustedes los tres puntos y verán que desde que Pérez llegó a la Presidencia -tanto en su primera como en su segunda etapa- el Madrid se convirtió en Barça, con la coincidencia en el tiempo de que, justo en esa misma época, el Barça se convirtió en el Real Madrid de antaño. 

Y lo peor es que el madridismo se perdió en la plantilla pero ahora se está perdiendo, por mor de don Florentino, el hombre del pelotazo, en la grada. Y eso es mucho más difícil de solucionar. La grada del Bernabéu se ha florentinizado y por esa razón salen de empatar en casa y aseguran que se van a comer al Barça y que la culpa la tiene el colegiado.

Eulogio López

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