El Delegado Episcopal de Enseñanza afirmó en rueda de prensa que "la educación no se reduce sólo a la instrucción, o comunicación de conocimientos, sino que también tiene que ver con los valores, dar claves del sentido de la vida.
Por ese motivo, la Iglesia se preocupa por ella". Respondiendo a las preguntas de los periodistas ha reconocido que hoy "la cuestión educativa todavía está muy ideologizada. En el ámbito educativo las cosas no pueden ser neutras, porque detrás de todo modelo educativo siempre hay una determinada concepción del hombre, de la historia, de la vida". En este sentido, habló del Pacto escolar, "del que se viene hablando desde hace muchos años, pero que sigue siendo la gran asignatura pendiente".
A su juicio, "no es bueno que la cuestión educativa esté siempre ideologizada. Y no cabe duda de que esto se complica cuando hay recortes de por medio". Por eso, ha señalado que lo ideal sería "sentarnos y llegar realmente a un Pacto. Hace falta más grandeza de ánimo, sentarse, y no utilizar la cuestión educativa como arma ideológica".
En cuanto a la formulación de la asignatura de religión en el anteproyecto de reforma de ley educativa -LOMCE- recordó que desde hace muchos años "los obispos han dicho claramente que la formulación o las propuestas que se han ido haciendo de la asignatura de la religión no respondían de alguna manera a lo que dicen propiamente los Acuerdos Iglesia-Estado. Ha habido muchos intentos de mejorar eso, pero la cosa siempre se ha quedado a medias".
Explicó que en el actual anteproyecto se contempla "la asignatura de religión, lógicamente de oferta obligatoria por parte de los centros, y totalmente libre para los padres o los alumnos que la elijan. Pero como no puede suponer ni mérito ni demérito el hecho de no elegirla, los técnicos desde el principio propusieron una alternativa, que al principio fue Ética, aunque después ha ido tomando distintos nombres. Si eso realmente se cumple, que tanto el que elige religión como el que no la elige tiene algo que tiene que ser cursado, adelante". "Queremos ver realmente cómo se desarrolla para comprobar, de alguna manera, que esa asignatura de religión está como materia fundamental, como otras materias, tal y como dicen propiamente los Acuerdos".
Por su parte, Carlos Esteban destacó que "la Delegación Diocesana de Enseñanza es miembro del Foro Europeo de la clase de Religión". Desde esa perspectiva, "pensamos que el tratamiento que la clase de religión tiene en el anteproyecto nos acerca a Europa, porque en todos los países europeos hay clase de religión, y en la mayoría de ellos los alumnos que no eligen religión de las distintas tradiciones o confesiones, tienen un curso alternativo de ética, filosofía, valores… Por lo tanto, la decisión que se propone en la LOMCE nos acerca a Europa en el caso de la enseñanza de la religión, y en este sentido, aunque haya muchos aspectos que todavía el anteproyecto tiene que perfilar, la valoración es una mejora de la situación actual" que "es muy precaria".
Derecho de los padres.
En cuanto a los posibles privilegios de la Iglesia con respecto a la asignatura de Religión, el Delegado de Enseñanza recordó que esta asignatura "es un derecho de los padres, no un privilegio de la Iglesia. Hay muchas familias, entre el 70 y 75% del conjunto de España, que consideran que para esa educación plena de sus hijos no les puede faltar esa dimensión religiosa. Los padres demandan esa educación al Estado, y en el caso de la escuela estatal piden que aparezca también reflejada en esa enseñanza la educación religiosa.
No es un privilegio propiamente de la Iglesia, sino de los padres que quieren esa educación para sus hijos de acuerdo a sus convicciones. Y si los padres tienen convicciones religiosas, me parece legítimo que también en la educación esté incluido ese aspecto". Y ha afirmado que "la enseñanza religiosa no es catequesis. Por eso, no creo que pidamos ningún privilegio, sino el reconocimiento de un derecho que tienen como tal los padres".
También se refirió a la aportación de la escuela católica y la asignatura de religión a la sociedad actual y dijo que "aportan el reconocimiento de la pluralidad. Y ofertan una forma de entender la vida, la historia y el ser humano como propuesta".
Por último, y respecto a la educación diferenciada, puso de manifiesto que "los que piden una educación diferenciada no buscan imponerlo a los demás, pero tampoco esos padres quieren que les impongan otro modelo".
Jesús Martínez Madrid