Este miércoles se ha celebrado, en una céntrica cafetería de Madrid, un desayuno de trabajo que ha versado sobre Las religiones, ¿fuera de la ciudadanía europea? Organizado por Profesionales por la Ética, ha contado con la presencia de Grégor Puppinck, letrado de profesión, que ha participado en Córdoba en el Congreso sobre la Alianza de Civilizaciones. Además es especialista en bioética y director de ECJL (European Center for Law and Justice), una ONG cuya sede principal se encuentra en Estrasburgo. El ECJL nació para salvaguardar y proteger los derechos humanos y las libertades civiles de los creyentes europeos y reúne a relevantes abogados europeos especializados en estas cuestiones.
Profesionales por la Ética mantiene relaciones de colaboración con el ECJL, que presta un valioso apoyo a la demanda presentada por más de 100 padres objetores ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en materia de objeción a EpC.
Puppinck ha acudido a España para intervenir como experto en la Reunión de Alto Nivel sobre La libertad religiosa en las sociedades democráticas organizada por el Gobierno español.
Uno de los principales asuntos a los que ha aludido Puppinck esta mañana ha sido la presencia de los crucifijos en Italia, un tema que ha levantado ampollas en aquel país si tenemos en cuenta que no hay derecho a poner símbolos en contra de la libertad de los niños. Además, esa presencia perturba a los hijos, denuncia Puppinck.
Por otro lado, ha sido contundente cuando se ha expresado sobre la boda que quisieron celebrar en Austria una pareja de hombres en febrero pasado, con que estaba en contra. Resulta que los abogados se preguntaron entonces, ¿por qué prohibirlo? De esta manera, Puppinck abogó por un trabajo intelectual para concienciar a los políticos. Y continuó denunciando las soberanas insensateces sobre la orientación sexual y la ideología de género, no sin antes remarcar el enfrentamiento que existe entre sociedades que viven ideologizadas. Y del impulso que quiere dar para que, a través de la jurisprudencia, se pueda minimizar la lacra educativa, encabezada por la desafortunada EpC, que continúa ofreciendo un marco legal beneficioso para el Estado.
Concluyó afirmando lo difícil que aún resulta decir que Europa es cristiana, que los nuevos derechos niegan la libertad individual y que desgraciadamente el camino trazado conduce a una libertad sin límites.
José Luis Panero
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