Coloca casi 5.700 millones de euros cerca del máximo de 6.000 que había previsto. Lo peor: estamos emitiendo deuda para pagar deuda anterior.
Tras el empacho que se dio el Banco Central Europeo con la compra la semana pasada de bonos periféricos, esta semana la colocación de deuda española en los mercados ha sido un éxito, tanto en su cantidad -rozando los 6.000 millones de euros que había previsto el Tesoro español en letras a 12 y 18 meses-, como en su calidad -los intereses ofrecidos han sido a un tipo inferior a los de la subasta del mes de julio-. Pero tampoco hay que levantar mucho las campanas al vuelo, porque los intereses siguen siendo elevados.
El Tesoro ha adjudicado 4.155 millones de euros en letras a 12 meses con un tipo marginal del 3,400%, algo por debajo del tipo del 3,760% con que las adjudicó en la subasta que tuvo lugar el 26 de julio pasado. Mientras tanto, las letras a 18 meses las ha colocado al 3,650%, frente al 3,980% por un monto total de 1.541 millones de euros.
De esta manera parece que los mercados se han calmado algo y se ha logrado la estabilidad que se requería. Pero las continuas divergencias en las políticas económicas que se perciben entre países como Alemania y Francia, y el resto de europeos siguen generando cierta incertidumbre. Es más, la Bolsa de Madrid, solidariamente acompañada por las del resto del continente, se volvía a pegar otro batacazo, a pesar de la reunión Merkel-Sarkozy.
En cualquier caso, lo peor sigue siendo que España está emitiendo deuda para pagar deuda anterior, una espiral peligrosa a pesar de la ayuda del BCE.
Juan María Piñero
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