Inspirada en el clásico de la Universal, esta revisión de El hombre lobo se decanta por un relato gótico con cierto abuso de gore.
El hombre lobo cumple con todos los requisitos de los relatos góticos: se desarrolla en una mansión tan alejada como tenebrosa donde todo conduce al suspense: secretos, maldiciones e, incluso, una historia de amor imposible El protagonista es un noble que vuelve a su hogar al desaparecer su hermano. En su entorno familiar este hombre (convertido en afamado actor teatral) rememorará todos los fantasmas del pasado sin saber que lo que está por venir es todavía más terrorífico
Afirmar que el magnífico actor Benicio del Toro está bien en su personaje no resulta nada original más aún si se le ha encomendado un papel de hombre atormentado donde puede dar rienda suelta a todos sus recursos interpretativos. Por ello, lo mejor de esta película es que Del Toro resuelve perfectamente el cometido de mostrar la agonía de un hombre que conoce su maldición y que no puede controlar al monstruo que lleva dentro ni ante el ser amado (la historia de amor con Emily Blunt también funciona bien). Sin embargo, más desacertada parece la relación entre padre e hijo que aparece en esta película (que por su complicación parece salida de la mente de Freud) a lo que habría que añadir el especial hincapié en el aspecto gore, lo que se traduce en que hay demasiada casquería en las escenas violentas
En cuanto a apartados técnicos: agradará a los aficionados al género la conseguida transformación en hombre lobo.
Para: Los que les gusten las películas de terror y no les importe que salpique la sangre a las butacas