• La oposición republicana acusa al Gobierno de EEUU de ocultar información sobre el ataque al consulado en Bengasi (Libia) por razones electorales.
  • Además, el capitolio afronta el escándalo por las investigaciones arbitrarias del Servicio de Recaudación Fiscal (IRS) sobre la financiación de grupos conservadores.
  • Y un tercero: el espionaje gubernamental a los periodistas.
En EEUU, la oposición republicana acusa al Gobierno de Barack Obama (en la imagen) de ocultar información sobre el ataque al consulado en Bengasi (Libia) por razones electorales.

Algunos republicanos creen que el Gobierno de Obama mintió deliberadamente sobre quienes estaban detrás del ataque al consulado por motivos políticos, ya que se produjo menos de dos meses antes de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.

La Casa Blanca ha negado desde el principio las acusaciones y, según Obama, la versión oficial que inicialmente atribuyó el atentado a protestas espontáneas reflejaba la información que él recibió durante sus reuniones diarias con la CIA. Por eso, Obama ha pedido al Congreso que apruebe su proyecto presupuestario para que el Departamento de Estado pueda mejorar la seguridad de las misiones diplomáticas en el exterior y evitar así otro ataque como el ocurrido en el consulado en Bengasi, informa Efe.

A las acusaciones republicanas sobre Bengasi se une el escándalo de las investigaciones arbitrarias (o sea, teledirigidas) por parte del Servicio de Recaudación Fiscal (IRS) sobre la financiación de grupos conservadores, así como el espionaje a periodistas de Associated Press que, según los medios, tenía como objetivo averiguar quién en el propio gobierno había filtrado a la agencia de noticias los detalles de una operación contra la organización terrorista al-Qaeda.

No obstante, lo que subyace en todo ese asunto es el apoyo de Obama al mundo islámico, con la connivencia del resto de países occidentales. Un ejemplo: el apoyo de EEUU a los rebeldes en Siria, mayoritariamente dominados por los yihadistas y que quieren implantar en ese país una dictadura fundamentalista islámica. ¿Cómo se entiende esto en Barack, que tonto no es y sus servicios de inteligencia tampoco

El cinismo del presidente de EEUU parece no tener límites.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com