El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, BBVA, anda a vueltas con su grupo industrial, algo en lo que nunca ha creído su presidente Francisco González, que tiene madera de intermediario bursátil, de financiero que compra hoy y vende mañana, con plusvalía de broker.
Si por él fuera, vendería todas las participaciones industriales históricas del BBVA, y siempre ha amenazado con hacerlo si consigue la gran fusión que anhela, y que no debería ser la de BNL, más bien poca cosa. El caso es que ahora debe escoger entre sus participadas.
Veamos, por una parte, está en Telefónica, con un 5%. Allí le representa Jesús María Cadeneto, un clásico de la escuela Banco de Bilbao, del maestro Sánchez Asiaín: prudencia hasta el extremo y fidelidad a la firma. De Telefónica FG sabe que no puede irse: la necesita, que, no en vano, la operadora posee un 1% del capital y FG sólo el 0,04%, y el resto del Consejo un 0,02%. Es una defensa frente a tiburones.
Por otra parte está Iberdrola, con otro 5%, y con unas buenas relaciones entre FG y el consejero delegado, Sánchez Galán. Pues bien, en Iberdrola también está Cadenato, que ha sustituido nada menos que al contable de confianza de FG, José Antonio Fernández Rivero.
Sin embargo, en Repsol YPF el presidente del BBVA sabe que no va a mandar nada, ahí manda La Caixa y no le tienen mucho afecto. La Caixa posee un 12,5% y el BBVA un 5,1%. Curiosamente es allí donde FG mantiene a dos consejeros: Gregorio Villabeitia y Manuel González Cid. En definitiva, un histórico del BBVA y un emergente de Argentaria. Una representación de lujo comparada con la de Telefónica o Iberdrola.... señal evidente de que el BBVA se marcha de la petrolera.
Y no será Antonio Brufau quien lo impida.