Lo que realmente cuenta, en torno a esta polémica de si quito la cruz o no de las escuelas, es que si uno es cristiano, y quiere hacer un generoso acto de caridad, mejor que atienda a los mendigos que yacen por nuestras calles. Esos sí son los cristos a quienes ayudar.

Sr. Director:

Estaba yo pensandohay que darse cuenta la que traen con la retirada de crucifijos.

Que si puede herir la sensibilidad de algunas personas, que si puede traumatizar a un niñoVamos y no se sensibilizan ni se traumatizan cuando ven a esos cristos vivientes que malviven en las calles, buscando los restos de comida que tiran los hoteles o supermercados en los contenedores.

Los ancianos que aparcan en residencias que no reúnen condiciones, pero que con la vida que hoy llevan algunos no pueden atenderlos. Se les ha olvidado, que esos padres, cuando ellos fueron bebés también les cuidaron a ellos.

Pues, por todos esos cristos es por lo que deberíamos luchar por quitar de nuestra sociedad. Esos son los que nos deben herir la sensibilidad.

Y dejen los crucifijos en su sitio, que seguro más de uno acudirá a mirarlo de vez en cuando para pedirle algo, porque sabe que es el único que le va a escuchar y le va a dar mucha paz.

Ana Carmen Trujillano

torremalaga85@gmail.com