Jugaba en casa, pues la sede central del Banco Santander en la localidad madrileña de Boadilla del Monte ha acogido la III Conferencia Bancaria Internacional. Y entonces fue cuando el discurso de Emilio Botín dejó epatados a todos los presentes. Háganme caso: guarden esta alocución para el futuro: puede ser de gran utilidad.
En primer lugar, Botín arremetió contra el impuesto o tasa bancaria que se pretende en Europa con el siguiente argumento:
No diferencia entre entidades bien y mal gestionadas: entre aquellas que no han necesitado ayuda pública y aquellas que pusieron en peligro al sector financiero y a sus economías.
Además, otros sectores económicos también han recibido ayudas de sus Estados y, sin embargo, no estarían sujetos al impuesto.
Pero la almendra viene ahora: Y por último, su introducción presupone que las entidades con problemas serán rescatadas. Este supuesto aumenta el riesgo moral y podría incentivar la asunción excesiva de riesgos. En nuestra opinión, las entidades no viables deben salir del mercado y no deben ser rescatadas con dinero público.
En plata: a los bancos quebrados hay que dejarles quebrar, no echar mano del dinero de los ciudadanos para reflotarlos.
Agradecemos mucho al señor Botín que amplifique con su intervención la tesis que sólo unos pocos -desde luego en Hispanidad- hemos defendido contra el quehacer de todos los grandes del mundo -Obama, Merkel, Brown-, etc.
Lo dicho por el cántabro es verdaderamente revolucionario.
Pero aún hay más: Botín también ha apuntado contra la banca especulativa, aunque no ha empleado ese nombre y ha preferido distinguir entre banca comercial (no especulativa) y banca de inversión (sí especulativa). Según el presidente del Santander: La aplicación de la nueva regulación debe diferenciar bien la banca comercial de la banca de inversión. No es lo mismo tomar depósitos y conceder créditos que otras actividades financieras de mayor riesgo como son los productos estructurados complejos.
Y la cosa no acaba ahí: el presidente del cuarto banco del mundo pide reducir el excesivo apalancamiento del sector financiero que, en palabras recientes de Sheila Bair, Presidenta del FDIC y con las que coincido plenamente, ha sido un elemento relevante en la crisis financiera y económica mundial.
En Hispanidad hemos defendido que las causas de la actual crisis hay que buscarlas en la especulación y el sobreendeudamiento. Es cierto que aquí Botín está hablando del excesivo apalancamiento del sector financiero (que siempre trabaja a crédito, con el dinero de los demás) pero no veo por qué no pude extrapolarse al sobreendeudamiento de empresas y familias... que trabajan a crédito, o con el capital riesgo. Paradigma de este apalancamiento.
Seguramente, don Emilio lo ha circunscrito al sector financiero porque, naturalmente, quien ha provocado el sobreendeudameinto industrial y familiar ha sido la banca, por ejemplo, él mismo, cuando aprovechando la alegría de los tipos bajos ha prestado dinero con gran júbilo a empresarios que no querían invertir, sino controlar otras empresas para aumentar su poder.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com