El Secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, reportó este jueves una mejora prevista en el superávit de la Seguridad Social (SS) del 1% PIB, es decir, tres décimas más que lo previsto. Sin embargo, a pesar de esta mejoría que el propio Solbes no se atrevió a cuantificar este martes, el ministro de Economía se muestra contrario a una rebaja generalizada de las cotizaciones a la SS. Todo eso, dicho con mucha prudencia, porque nos encontramos justo en medio de la negociación social y serán los agentes quienes deban de tomar una decisión.
Pero desde el Gobierno, o al menos Solbes, no ve con buenos ojos una rebaja generalizada de las cotizaciones. Considera que habrá contingencias debido al envejecimiento poblacional y que lo que hay que hacer es ir dotando el Fondo de reserva para cuando vengan mal dadas. Un Fondo que -por cierto- tiene actualmente una capacidad de tan sólo 6 meses, y que según el propio Solbes, habrá que empezar a tirar de él desde el 2015. Por supuesto, ni una palabra de cómo mejorar la natalidad y afrontar la crisis demográfica. Caminamos hacia el suicidio como colectividad.
Solbes sin embargo, sí acepta que haya esfuerzos concretos en determinados contratos. Por ejemplo, que se primara en cotización el paso de temporal a fijo. La patronal está viendo frustradas sus expectativas. Desde la CEOE se ha criticado desde hace varios años que el déficit del Estado sea compensado de manera sistemática con el superávit de la SS. Además, la CEOE critica que la brecha fiscal (es decir, la diferencia entre lo que el trabajador les cuesta y lo que el empleado se lleva a casa) ronde el 40%, muy por encima de los países de nuestro entorno. Las contraprestaciones que reciben los trabajadores no se comparecen con las cotizaciones critican los empresarios. Pero ahí seguirá, como un impuesto que sigue lastrando la competitividad y eficiencia de las empresas españolas.