El Gobierno y Unidos Podemos quieren poner coto a la economía sumergida y han acordado reducir el límite de pagos en efectivo a 1.000 euros. Eso sí, la medida solo es aplicable a pagos efectuados entre empresarios y profesionales. En el caso de que una de las partes -o las dos- sea un particular, el límite máximo sigue siendo de 2.500 euros.
La restricción de 1.000 euros fue planteada por primera vez en noviembre de 2016 por el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Su intención era aplicarlo a todas las transacciones, también entre particulares. Al final no salió adelante por la oposición de la patronal y los comerciantes.
Sí, es una media importante y de mucho calado en la vida cotidiana, pero también puede resultar asfixiante en determinados negocios.