Marido y mujer no deben sentir celos de Dios. A veces, le ven como aquel que les separa: grave error
Jesús (13-II-2010): Hay maridos y mujeres que sienten celos de Dios. Que en lugar de verle como unión entre ellos, lo ven como separación. Como una competencia vil, pues está en superioridad de condiciones en el corazón de su esposo, o su esposa. Y Dios nunca es un rival. No se dan cuenta de que, impidiendo hacer a su esposo o esposa lo que Dios les pide, entran en una lucha que va en detrimento de su propio matrimonio. Si el esposo o esposa acceden, teniendo al cónyuge como su dios, que le dicta lo que hay que hacer, no alcanzarán nunca la felicidad, y se corre el peligro de que hasta desaparezca el mismo matrimonio.¿Vuelven las ‘subprime’? El Santander negocia la venta de una cartera hipotecaria, sana, a Morgan Stanley
14/12/24 07:00