Juan Miguel Villar Mir, entre su hijo y su yerno.
Juan Miguel Villar Mir pretiere al hijo (concretamente a Juan Villar-Mir de Fuentes) y dignifica al yerno, Javier López Madrid, mientras el grupo familiar afronta una deuda creciente. A pesar del horizonte penal de este último, el octogenario empresario le mantiene como Ceo de Grupo Villar Mir, cuya deuda ascendía a 4.500 millones de euros a 31 de diciembre de 2016. Por su parte, Juan Villar-Mir preside OHL, que ha dejado de ser motivo de preocupación, aunque ha presentado un ERE a los sindicatos, que podría afectar a 400 personas de sus servicios centrales.
Este martes, suegro y yerno han comparecido en la comisión de investigación por la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso, justo un día antes de su cita para declarar como investigados dentro del ‘caso Lezo’, en la Audiencia Nacional. Ambos tienen que responder ante el juez Manuel García Castellón por el supuesto pago de 1,4 millones de euros al entorno del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a cambio de la adjudicación del tren de Navalcarnero.
En el Congreso, tanto López Madrid como Villar Mir han negado haber financiado al PP. “No he financiado ni he donado nunca dinero al PP”, ha señalado el yerno, quien también ha negado haber mediado para que OHL lograra contratos públicos, compañía en la que no ha tenido responsabilidades ejecutivas (sólo fue consejero dominical). Eso sí, si pudiera volver a atrás no entraría nunca al consejo de Caja Madrid: “fue la peor decisión de mi vida… perdimos 20 millones de euros y yo, personalmente, un millón de euros. Ya sé que estoy imputado en la salida a Bolsa, y soy la persona más perjudicada” de esa operación, ha subrayado.
Villar Mir ha empezado su comparecencia destacando que toda su vida ha sido “absolutamente independiente” y no ha pertenecido a ningún partido. También ha insistido en que “jamás” ha recibido ninguna subvención ni ha comprado empresas públicas ni “jamás he pagado dinero a un partido por alguna adjudicación”.
“Bárcenas, en lo que se refiere a mí, miente”, ha subrayado Villar Mir, que tampoco conoce a Francisco Correa. “He tratado de ser un hombre modélico y quiero morirme así”, ha apostillado. Lo curioso es que siga manteniendo a su yerno como Ceo del Grupo Villar Mir y como presidente de Ferroglobe cuando está investigado -como su suegro-, en el ‘caso Lezo’, en el de los ‘papeles de Bárcenas’ y en ‘Púnica’, y a esto suma el escándalo con la doctora Elisa Pinto. Esto deja clara una cosa: el octogenario empresario no tiene sucesor.