La división de acero, que fue el origen de Thyssenkrupp en 1811, ya no es esencial
Thyssenkrupp ha recibido el aplauso del mercado: su cotización sube un 6%. Este ha sido el premio a la fuerte reducción de pérdidas en 61%, hasta 145 millones de euros, en su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre), y ha logrado un beneficio operativo de 20 millones, frente al negativo de 115 millones de hace un año.
La gran siderúrgica alemana ha lanzado una gran transformación, tras la venta de su negocio de ascensores, que ha restado 2.044 millones a la facturación de su primer trimestre fiscal, que se ha situado en 7.321 millones. Sin embargo, conviene recordar que precisamente dicha venta fue la razón de que ganara 9.592 millones en su último ejercicio fiscal (octubre 2019 a septiembre 2020) gracias a las plusvalías de 15.000 millones que obtuvo.
En su primer trimestre fiscal, Thyssenkrupp ha facturado 7.321 millones, aunque la cifra es un 24% inferior a la de hace un año debido a que la mejora de las ventas del negocio de componentes industriales, la división automovilística y la del acero no han podido compensar los descensos de otras (entre ellas, Materials Services, Marine Systems -proveedor de barcos y submarinos-, Multi Tracks). La entrada de pedidas ha caído un 19%, a 7.845 millones.
La gran siderúrgica alemana ha logrado que su flujo de caja libre haya cerrado su primer trimestre en 864 millones, frente a la salida de efectivo de 2.453 millones de hace un año, aunque su deuda financiera neta ha sido de 5.062 millones. Además, ha reducido un 36% su plantilla, lo que supone 58.410 personas menos, hasta 103.128, y prevé más ajustes en la división de acero y más recortes de gastos por las consecuencias de la pandemia del coronavirus. “Observamos señales de una recuperación económica y nuestras medidas comienzan a dar frutos, pero no estamos todavía fuera del peligro”, ha señalado la CEO, Martina Merz.