Con el nombramiento como consejera de Virgin Media O2, Laura Abasolo, a caballo entre Madrid y su querida Bilbao, amplía su presencia en Telefónica o, si lo prefieren, su poder dentro del grupo. La directora general de Finanzas, Control y Desarrollo Corporativo de Telefónica goza de la máxima confianza del presidente, José María Álvarez-Pallete, que no dudó en colocarla al frente de las filiales de Hispanoamérica con el difícil objetivo de encontrar la mejor manera de rentabilizarlas.

Además, de Abasolo, en el Consejo de Administración de la joint venture británica están, por parte de Telefónica, el propio Pallete, el consejero delegado, Ángel Vilá, el exCEO de O2, Peter Erskine, y el jefe Jurídico de la compañía, Enrique Medina, como secretario del Consejo.

Por parte de Liberty están el CEO de la multinacional, Mike Fries -es el primer presidente rotatorio -dos años- de Virgin Media O2-, el vicepresidente y jefe de Desarrollo Corporativo del grupo, Andrea Salvato, y el vicepresidente ejecutivo y jefe de Tecnología de la teleco, Enrique Rodríguez. Liberty ha colocado, además, al consejero delegado de Virgin Media, Lutz Schüler, como CEO de la joint venture. En definitiva, todo es paritario en la nueva teleco… menos el CEO, es decir, el que manda en el día a día. Para contrarrestar, la Dirección Financiera estará a cargo de Patricia Cobián, persona de confianza -cómo no- de Abasolo.

Por cierto, ¿por qué no se llama O2 Virgin Media? Da la sensación -solo es una sensación- de que ceden siempre los mismos.

Ya veremos cómo evoluciona la cosa, porque siempre se ha dicho que el número ideal de socios en una empresa es impar e inferior a 2. En 2024 tendrán que decidir si sacan a Bolsa la compañía y en 2026, tanto Telefónica como Liberty podrán vender su participación a un tercero, siempre que el otro socio no quiera -ojo, o no pueda- comprarla.

El sector teleco en Reino Unido también ha despertado el interés de Patrick Drahi, multimillonario franco israelí y máximo accionista de Altice, el segundo mayor operador de Francia, que ha comprado el 12% de BT, valorado en algo más de 2.500 millones de euros. La batalla por el liderazgo en Reino Unido se pone interesante.

Relacionado