Según las nuevas normas que entrarían en vigor desde el próximo 1 de mayo, la Asociación Patriótica Católica China (APCC), que es controlada por la dictadura comunista, será la institución que seleccionará y aprobará a los obispos. El texto no menciona al Vaticano en el proceso, recoge Aciprensa.

Las nuevas ‘Medidas administrativas para el clero religioso’ en China han sido traducidas por la revista Bitter Winter (Invierno amargo), que se especializa en información sobre la libertad religiosa en China. Según estas medidas, la APCC será la encargada de todo el proceso con los nuevos obispos, que luego serán “aprobados y consagrados por la Conferencia de Obispos Católicos de China”.

Estas normas no mencionan el papel del Vaticano en la aprobación de los obispos pese al acuerdo firmado con China en 2018, según el cual las autoridades de la Santa Sede y del gobierno chino deberían encargarse del proceso del nombramiento de obispos.

El 22 de septiembre de 2018 China y el Vaticano firmaron un acuerdo provisional acerca del nombramiento de obispos en el país comunista. En virtud de ese acuerdo, la Asociación Patriótica Católica China (CPCA por sus siglas en inglés) puede elegir una terna de candidatos de los cuales luego el Papa elige a uno, recordó Aciprensa. El acuerdo fue renovado en octubre de 2020 pero los términos del mismo nunca se han dado a conocer por completo, explica la misma agencia.

El acuerdo fue renovado en octubre de 2020 pero los términos del mismo nunca se han dado a conocer por completo

Según algunos informes, el acuerdo le permite a la APCC, controlada por el gobierno chino, seleccionar candidatos que luego podrían ser aprobados o vetados por el Vaticano. Cuando el acuerdo se renovó en octubre, el diario del Vaticano informó que dos obispos fueron nombrados bajo el “marco regulatorio establecido por el acuerdo”. El Vaticano confirmó en noviembre que un tercer obispo fue nombrado de esa manera.

El Cardenal Joseph Zen, Obispo Emérito de Hong Kong y crítico del acuerdo, dijo que este puede poner al Vaticano en la posición de tener que vetar repetidamente a los candidatos presentados por China, añade Aciprensa.

En marzo del año pasado, el cardenal chino Joseph Zen acusó desde su blog al Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, de manipular al Papa Francisco en este tema.

Joseph Zen añadió que la intención del Vaticano por negociar una prórroga del acuerdo con China estaba perjudicando la evangelización en el gigante asiático.

Zen especificó asimismo que el silencio de la Iglesia sobre los abusos de los derechos humanos por parte de la dictadura comunista, incluida la detención de más de un millón de uigures en una red de campos de concentración en la provincia de Xinjiang, está dañando la capacidad de la Iglesia para desempeñar un papel en la configuración del futuro del país. «El silencio rotundo dañará el trabajo de evangelización». «Mañana cuando la gente se reúna para planear la nueva China, la Iglesia Católica puede no ser bienvenida».