Rafael Miranda, presidente de Hispania, y Stephen Schwarzman, Ceo de Blackstone.
Hispania se pliega a las exigencias de Blackstone, que aspira a convertirse próximamente en su principal propietario. La socimi con la que se ha forrado el magnate George Soros ha detenido la venta de 25 edificios de oficinas ante la OPA lanzada por el fondo americano.
Es la segunda vez que Hispania suspende dicha operación, a pesar de que tiene lógica dentro de sus planes de especializarse en hoteles (propiedad y alquiler), sector en el que ya es líder. ¿La razón? Blackstone condiciona su oferta a que no se vendan activos que supongan más de un 5% del total de la cartera de Hispania, según informa el anuncio previo de la OPA remitido a la CNMV.
En concreto, la venta del conjunto de edificios de oficinas representa un 24% de la cartera total de la socimi. De ahí que la operación se tenga que suspender sí o sí. Y se hace por segunda vez, la primera suspensión se produjo el pasado octubre, aunque por un motivo bien distinto: la incertidumbre por el desafío independentista catalán. A ver si a la tercera va la vencida.
Hispania quería vender los edificios de oficinas, valorados en 600 millones de euros, no sólo para desinvertir de este sector y centrarse en hoteles, sino también para dar un dividendo extraordinario. Un movimiento que ahora se queda en suspense, a pesar de contar con el visto bueno de su Junta de accionistas, por la OPA del fondo tras adquirir la participación del filántropo George Soros.
La socimi también se rinde ante Blackstone en otro tema: no cambiará varios artículos de sus estatutos sociales, entre ellos, el que fija que la sociedad se liquidará en 2020. Por tanto, el fondo aspira no sólo a colonizar sus activos inmobiliarios, convirtiéndose en el gigante hotelero español, sino a ganar el máximo dinero posible en menos de dos años y después, se acabó.