Sundar Pichai (Google), Mark Zuckerberg (Facebook) y Jack Dorsey (Twitter)
Facebook comienza a levantar la censura a Hispanidad -¡qué buenos que son!- pero el daño ya está hecho y sus verificadores españoles (Maldita.es, Newtral y EFE), censores financiados por George Soros, continúan en su tarea de censurar a sus colegas, que no persiguen bulos, sino las opiniones que no les gustan… y lo hacen de forma represiva.
Y Google sigue a Facebook, o al menos lo contempla como uno de los criterios de su índice de búsquedas, con lo cual, el daño que hace a los propios medios a los que parasitiza y roba la publicidad, es aún mayor.
El español es el segundo/tercer idioma del mundo pero, sobre todo, porque casi el 50% de los católicos del mundo rezan en español
Todo lo que está ocurriendo alrededor de Internet, en buscadores y redes sociales, nos lleva a la misma conclusión: Europa, y España también, necesita crear su propio Google y su propio Facebook.
Y esto porque si queremos salvar la libertad de expresión en la sociedad de la información en Internet, hay que pararle los pies a los grandes de la red: Google y Facebook en cabeza.
Google continúa en su papel de parásito de la prensa, ladrón de la prensa y ahora censor de prensa y de particulares.
La censura de Sundar Pichai y Mark Zuckerberg se ha convertido en una de las claves del Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, del pensamiento único y políticamente correcto
Un google europeo y un google español. Sí, porque el español es el segundo/tercer idioma del mundo pero, sobre todo, porque casi el 50% de los católicos del mundo reza en español.
Y no menos importante: al final, la censura de Sundar Pichai (Google) y Mark Zuckerberg (Facebook) se ha convertido en una de las claves del Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, del pensamiento único y lo políticamente correcto. Uno y otro -y sumen también al despreciable Jack Dorsey de Twitter-, nos dicen qué es lo que podemos decir y qué es lo que debemos callar. Y recuerden: si aceptas que te impongan lo que debes decir y lo que debes callar, acabarás aceptando que te impongan lo que debes pensar. Cuestión de tiempo.