No hay manera de llegar a un acuerdo entre las hijas de Isidoro Álvarez -Marta y Cristina Álvarez Guil- y los hermanos del que fuera presidente de El Corte Inglés (ECI), César y María Antonia Álvarez. A la demanda por la presunta falsedad de la adopción se une ahora la demanda en la que los hermanos de Isidoro Álvarez reclaman a sus sobrinas 30 millones de euros.
Los hermanos de Isidoro reclaman que sus dos hijas realizaron una reducción de capital por valor de 140 millones de euros por lo que IASA se quedó, tan solo, con las acciones de ECI (2,5 del capital) y enajenó activos financieros en mobiliario por valor de 140 millones de euros. El despacho Pérez Llorca, que representa a Marta y Cristina, alegaba que los que tendrían que responder eran los albaceas testamentarios, a saber: Antonio Hernández Gil y Carlos Martínez Echavarría. Pero el juez no ha aceptado y, al final, las dos hijas de Isidoro tendrán que sentarse en el banquillo.
Por ahora la reclamación podría alcanzar los 30 millones de euros
Por lo tanto, se instruirá al sumario con un peligro añadido: si la demanda surtiera efecto, se instruiría una sobrevenida causa penal por los delitos de alzamiento de bienes y administración desleal por César y María Antonia Álvarez, que alegan que toda la operación de reducción de capital se hizo sin el consentimiento de los accionistas minoristas.
Y todo esto tendría una importancia relativa si no fuera porque ya ha afectado a la gestión de ECI (cese de Dimas Gimeno, hijo de María Antonia Álvarez) y porque el cruce de demandas y querellas se amplía día a día y eso no es bueno para ninguna empresa. Lo lógico sería alcanzar un acuerdo entre las partes y pacificar la propiedad de ECI… en cuyos centros trabajan 130.000 personas.