La venta de coches a la baja en la Unión Europea y el sector reclama estímulos para incentivar la demanda
La pandemia del coronavirus ha provocado una nueva crisis económica mundial y el sector del automóvil no escapa a este contexto que complica más su situación, que ya estaba debilitada. En la Unión Europea se venderán 3,2 millones de coches menos y de estos, 558.000 serán en España.
La Asociación Europea de Fabricantes Automóviles (ACEA) ha revisado su previsión de matriculaciones a la baja: si el pasado enero, preveía una caída de ventas del 2%, ahora con el efecto del Covid-19, apunta a una caída del 25%. Así, estima que se pasará de las 12,8 millones de matriculaciones del año pasado a alrededor de 9,6 millones, la cifra más baja desde 2013.
El sector automovilístico emplea a 13,8 millones de personas en la UE, representando el 6,1% del empleo comunitario, y que aporta más del 7% del PIB
Una revisión que llega tras el primer impacto del coronavirus, que ha desplomado las ventas de coches del 41,5% entre mediados de marzo y mayo en un sector con 13,8 millones de empleados en la UE (tanto directos como indirectos), representando el 6,1% del empleo comunitario, y que aporta más del 7% del PIB. “ACEA mantiene la esperanza de que este dramático escenario pueda ser mitigado a través de medidas rápidas y fuertes por parte de la UE y los gobiernos nacionales”, ha señalado su director general, Eric-Mark Huitema. “Se requieren con urgencia incentivos de compra y esquemas de desguace en toda la UE para crear una demanda muy necesaria de automóviles nuevos”, ha añadido, pidiendo apoyo político y económico, “para limitar el daño a la producción y el empleo en los próximos meses”.
De este descenso de matriculaciones en la Unión Europea, conviene recordar que la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la patronal de concesionarios (Faconauto) estimó a finales de abril una caída de entre un 40% y un 45% en España, hasta unos volúmenes cercanos a las 700.000 unidades este año. Una cifra que se quedará muy lejos de los 1,258 millones de coches vendidos en 2019.