La Agencia Tributaria y los representantes de los trabajadores SIAT (Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria), UGT, CC.OO., CSIF y CIG (Confederación Intersindical Galega) acaban de firmar la prórroga para 2020 del Plan de Intensificación de Actuaciones (PEIA). Se trata de un plus de productividad que desde 2014 el Fisco ofrece a sus empleados si se comprometen a realizar doce horas extras a lo largo de todo el año y logran ciertos objetivos de recaudación. El bonus de 2019 supuso un desembolso en nóminas que ascendió a 95 millones de euros, según cifró entonces el sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), que este año no ha firmado el acuerdo por entender que hay opacidad en las primas, junto a ELA, informa ABC.

En 2020 la cuantía será inferior, pues la crisis económica provocada por el coronavirus hará que resulte «casi imposible», como aseguran fuentes conocedoras, alcanzar los objetivos de recaudación del acuerdo. Según distintas fuentes consultadas por ABC, la factura para la Agencia Tributaria rondará los 50 millones de euros, explica el mismo medio.

Varios funcionarios han expresado su malestar, pues consideran que «no es el momento»:«Es tirar piedras contra mi tejado, pero, con la que está cayendo, esos 50 millones de euros estarían mejor invertidos en respiradores», dice a este diario un subinspector de Hacienda. Este funcionario -del subgrupo A2- percibió el año pasado casi 4.000 euros gracias al PEIA, más de 300 euros por cada una de las doce horas extras que tuvo que hacer. «Un inspector puede cobrar hasta más de 5.000 euros», relata. Ello se dio porque además se cumplieron las metas de ingresos por lucha contra el fraude, IVA e IRPF, recoge también ABC.