Cellnex tiene un problema: su apalacamiento.
Los analistas de Bankinter mantienen la recomendación de vender Cellnex, ex gloria de Abertis, por el peso de la deuda financiera, que ha repuntado un 25% desde diciembre, hasta 2.800 millones. Tras recordar que la rápida expansión ha llevado a la empresa sobreapalancarse, añade que el dividendo no es “un aliciente”, a pesar de que su negocio es “estable y predecible”.
Mantiene así sus estimaciones sobre Cellnex y la recomendación en vender, con precio objetivo 22,1 euros, frente a los 22,9 a lo que cotiza.
Los analistas de la entidad destacan la solidez de resultados en la parte alta de la cuenta de resultados, con “avances significativos en ingresos y Ebitda” (16% y 21%) por la aceleración del segmento de infraestructuras de telecos, cuyos ingresos crecen un 29,6%, frente a los servicios de infraestructuras de difusión y otros servicios de red, que caen un 4,1% y 5%.
El apalacamiento provoca un empeoramiento mientras se avanza por la cuenta de resultados
Sin embargo, añade, “el abultado endeudamiento provoca que, un vez más, el saldo empeore conforme avanzamos por la cuenta de resultados. De este modo, el Ebit cae con fuerza (-43%) y la compañía cierra el semestre con una pérdida mayor a lo estimado” (-31 millones frente a los -28 calculados).
La cuenta de resultados “es tremendamente sensible a un repunte en el coste de financiación y el valor sufre cuando se producen momentos inestables en mercado”, añade como sucedió en febrero, cuando el valor cayó a 19,53 euros.
En el primer semestre, “los intereses netos por cupones asociados a nuevos bonos y gastos de formalización de deuda se elevan hasta los 38 millones (+171% a/a) lo que penaliza al resultado neto.” A eso se une la provisión de 60 millones por el ajuste laboral, que favorecerá ahorros de costes a partir de 2020.