Recreación del futuro AVE de California, junto a los logos de las empresas españolas encargadas de una parte de la primera fase
El estado de California ha demandado al Gobierno federal de Donald Trump por cancelar la subvención de 929 millones de dólares (unos 832 millones de euros) destinada a la construcción de una línea de alta velocidad que uniría las ciudades de Los Ángeles y San Francisco. Por ahora, las españolas Dragados (ACS), Ferrovial y Grupo Sener no tienen nada que temer.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, aseguró que se completará la primera fase del citado AVE, concretamente, el tramo que está actualmente en construcción (los 240 kilómetros entre las ciudades de Bakersfeld y Merced) en el Valle Central. Y esto da cierta tranquilidad a las empresas españolas, porque:
- ACS se adjudicó la construcción de los 105 kilómetros de infraestructura que unen las ciudades de Bakersfeld y Fresno en el año 2014. Un proyecto que en su día se valoró por un importe de unos 1.083 millones.
- Ferrovial se encarga del diseño y la construcción de un tramo de 35 kilómetros, entre las ciudades de Wasco y Shafter. Un contrato que supone unos 396 millones (al tipo de cambio actual) y logró en marzo de 2016.
- Grupo Sener tiene dos contratos de ingeniería preliminar en la construcción del tramo del Valle Central y otro para encargarse de los estudios medioambientales entre la estación de Palmdale y el aeropuerto de Burbank, en la entrada de Los Ángeles. En este último, ha tenido oposición local, aunque el gobernador defendió que continuara la Fase I de los estudios medioambientales, por lo que el proyecto no está en peligro; eso sí, la prioridad es el tramo del Valle Central.
El tema se ha convertido en un enfrentamiento entre demócratas (estado de California) y republicanos (Gobierno federal de EEUU)
La demanda recoge que la decisión del Ejecutivo Trump fue “una violación de su propia manera de operar, arbitraria y caprichosa, un abuso de discreción, contraria a la ley y que amenaza con causar daños económicos significativos al estado”. Esto refleja cómo el tema se ha convertido en un enfrentamiento entre demócratas y republicanos, pues los últimos no pierden la ocasión de reprochar el elevado gasto público de los primeros.
El AVE de California fue aprobado en 2008 y desde entonces acumula retrasos y sobrecostes, además de más de 3.000 millones en ayudas
Recuerden que el AVE de California fue aprobado en 2008, pero desde entonces acumula retrasos y sobrecostes (el coste inicial ha pasado de unos 60.842 millones de euros a unos 68.895), a los que hay que sumar la subvención ahora cancelada y otros 2.237 millones ya entregados para construir la infraestructura y que el Gobierno Trump explora fórmulas para recuperar. Este último, ha justificado la cancelación de la ayuda de 832 millones por incumplirse la condición de que un segmento concreto de las vías estuviera completado antes de 2022, algo que actualmente considera imposible. Sin embargo, las autoridades californianas señalan la “hostilidad abierta del presidente Trump” hacia el estado por su rechazo al muro fronterizo con México.
A la vista de todo este panorama, es más que posible que Renfe se haya alegrado de no haber sido la adjudicataria del asesoramiento integral de esta futura línea de AVE, pues se lo llevó un consorcio alemán liderado por el operador ferroviario Deutsche Bahn. Además, junto a Adif, asesora para el diseño y la construcción del futuro AVE de Texas, que unirá las ciudades de Houston y Dallas y que será el primero privado en EEUU (por tanto, carece de fondos públicos).