El bluf de la izquierda. Cuando el podemita Echenique proponía que se limitara por ley los sueldos de los políticos
El caso del portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, es un ejemplo de que las palabras pueden volverse contra nosotros. Una cuenta de TikTok ha rescatado unas declaraciones del podemita n el con las que aseguraba que los miembros de su partido siguen viviendo en sus barrios y utilizando el transporte público.
Según publica La Razón, el vídeo reproduce además sus palabras respecto a que se regule por ley la limitación de sueldo públicos. Sin embargo, en la III Asamblea Ciudadana, el partido cambió la referencia al SMI, que ha subido un 46% desde el nacimiento del partido, por un sistema de porcentajes. Hasta ahora, todos los cargos del partido cobraban según el tope salarial registrado en un máximo de tres salarios mínimos interprofesionales, 2.850 euros. Según el nuevo Protocolo relativo a las donaciones de los cargos públicos de Podemos en todos los niveles de representación pública, los ministros, consejeros autonómicos o concejales de Gobierno donarán un 15 por ciento de su salario. Un protocolo que supuso que ministros del Gobierno como el vicepresidente segundo Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad Irene Montero, pasen a cobrar el doble de lo que percibían con la anterior limitación salarial que regulaba los sueldos del partido hasta ahora. El vicepresidente cobra anualmente 79.764,24 euros, 6.645 euros al mes, por lo que con el nuevo límite salarial, pasará a cobrar 5.648 euros mensuales. En el caso de la titular de Igualdad, de su sueldo anual de 74.858,15 euros brutos, se quedará mensualmente con el 85 por ciento, por lo que ingresará 6.238 euros.
Respecto a la parte del vídeo en el que Echenique dice que “nuestra vida ha cambiado lo menos posible, seguimos viviendo en nuestros barrios, seguimos usando el transporte público”. Si él mismo ha vivido toda su vida en el madrileño barrio de Salamanca -como no hace muchos años- o en Fuencarral (tal como publica El Español), entonces, nada que objetar. Y en el caso de Iglesias y Montero -los de Vallecas-, quizá la mudanza a su chalet de Galapagar cuenta como "seguir viviendo en nuestros barrios".