- Crédit Agricole es el último en vender y deja el testigo de primer accionista a Caixabank.
- Las órdenes de venta superan ampliamente a las de compra y el valor cae otro 11%.
- Pero los movimientos no han acabado: de momento ha rotado ya el 17% del capital.
La progresiva salida de los bancos del capital de
Abengoa no encuentra, de momento, repuestos. Demasiadas ventas y pocas compras, lo que lleva
per se a drásticas caídas del valor en bolsa. Es la radiografía inevitable de la tecnológica, que ha pasado lo peor (evitar la quiebra), a un compás de espera de nuevos accionistas.
Así las cosas, las acciones de
clase B de Abengoa cierran con una caída del 11,76%, a 0,02 euros, y las acciones de
clase A, un 2,86%, a 0,03 euros.
Una cosa está clara: los bancos, artífices del rescate y de los últimos flecos del plan de reestructuración, se van marchando, y nada indica que el baile haya acabado. Ha rotado ya un 17% del capital entre accionistas institucionales (bancos y fondos). Ahora bien, estos movimientos no dejan de ser eso, movimientos. Y ninguno de ellos determina nada.
Gonzalo Urquijo tiene muy clara la estrategia para hacer viable y rentable Abengoa, que pasa, indefectiblemente, por reducir deuda, deshacerse de activos innecesarios, centrarse en proyectos rentables (
poco riesgo y sin apalacamiento) y reconquistar terreno perdido, dentro de España (en la que aspira a una cuota de hasta el 25% de su cifra de negocios) y fuera (como la
planta desaladora en Arabia Saudí, conocida ayer). Y a eso se unirán, después, los ingresos por
Atlantica Yield, un paso decisivo para mandar a la porra unos costes de financiación del 25%, cuando los tipos están en mínimos históricos.
Santander y
Sabadell fueron los
primeros en salir de Abengoa (del 9,6% al 2,4%, el primero, y el 3,18%, el segundo) y a ese proceso se ha unido también
Crédit Agricole, que en horas ha pasado de primer accionista (8,7%) a segundo (4,5%), después de
Caixabank (5%). Bueno, el banco francés no ha cedido el testigo en horas, sino que lo comunicó a la CNMV el 12 de abril.
Siguen a
Caixabank, con participaciones parecidas,
Popular (4,6%) y
Bankia (4,6%), pero nada se sabe de los fondos con participaciones inferiores al 3% o de lo que están haciendo los pequeños accionistas, apenas un 5% del capital.
La ampliación de capital dio la vuelta también accionariado de Abengoa, aunque no se ve un final en ese proceso de ajuste. El paisaje, en estos momentos, no tiene nada que ver con el de finales de marzo, pero se trata de eso, un ajuste (poco ejemplar por parte de los bancos, pero también los bancos tienen su planes).
Con los fondos de inversión ocurre otro tanto. Del mismo modo que el Santander, la gestora
D. E. Shaw (3,62%) y
Värde Partners (3,5%) también han optado por vender, por la misma cantidad que el banco cántabro, unos 21 millones de euros. Tampoco tenían mucha voluntad de quedarse.
El único movimiento en sentido contrario ha sido el de gestora británica
Invesco, que ha declarado una participación del 1,03%.
Rafael Esparza