Decíamos que ha estallado la gran crisis del automóvil y la están notando la mayoría de fabricantes y marcas (Renault, Stellantis, General Motors, Tesla, Volkswagen, SEAT S.A., Mercedes-Benz, Ford, BMW, Nissan, Volvo Cars, Volvo Group…), excepto Ferrari, por ahora. De este contexto negativo ni del impacto de los aranceles de EEUU ha podido escapar el líder mundial en ventas, Toyota, que ha empezado su ejercicio fiscal ganando un 37% menos en su primer trimestre (abril-junio), y eso le ha llevado a rebajar sus previsiones.

Esto último no ha gustado a los inversores, pues su cotización ha descendido un 1,5%. Pero Toyota tiene un motivo de peso para anunciar la citada rebaja: los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump. Y es que sólo entre abril y junio, dichos aranceles han tenido un impacto de 2.600 millones en su resultado operativo y estima que este será aún mayor, en concreto de 8.150 millones, en el conjunto del ejercicio que finalizará en marzo de 2026.

Claro que el fabricante automovilístico japonés sí ha logrado incrementar sus ingresos y sus ventas, al igual que Ferrari, y no como la mayoría de fabricantes mundiales del sector. En concreto, los ingresos han crecido un 3,5%, a 71.271 millones de euros, tras vender 2,41 millones de vehículos, un 7% más que hace un año.

Por su parte, el beneficio operativo de Toyota Motor ha bajado un 11%, a 6.749 millones, sobre todo, por los aranceles de Trump. Y el beneficio neto se ha desplomado un 37% entre abril y junio, a 4.900 millones.

Tras la rebaja de sus previsiones, ahora estima que su beneficio operativo caiga un 33%, a unos 18.618 millones; y que el beneficio neto se hunda un 44%, a 15.476 millones, sobre todo, por el fuerte impacto negativo de los aranceles, a pesar de que estos iban a pasar del 27,5% al 12,5% a partir de este mes… y recientemente, se ha conocido que la tasa elegida por la Casa Blanca es del 15% para todas las importaciones niponas. Además, Toyota construirá una nueva planta de producción de vehículos en Japón, aunque eso no evitará el aumento de la fabricación en EEUU que ya anunció.

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Sin embargo, su compatriota Honda, ha anunciado que eleva sus pronósticos anuales, pese a tener menores ingresos y hundir su beneficio a la mitad en su primer trimestre fiscal (abril a junio). Eso sí, los inversores no parecen tan optimistas o bien se han dejado contagiar por la rebaja de Toyota, pues la cotización ha descendido un 1,65%.

Honda ha reducido sus ingresos un 1,2%, a 31.250 millones. Esto se debe, principalmente, a las menores ventas de vehículos (-3,5%, a 839.000 unidades) por culpa de la evolución en Asia, sobre todo en China; pese a que las ventas de motocicletas han ascendido a 5.143.000 unidades (+1,6%).

Por su parte, el beneficio operativo de Honda se ha desplomado un 49,6%, a 1.430 millones. Y el beneficio neto se ha hundido a la mitad (-50,2%), hasta 1.150 millones, por el impacto de los aranceles de EEUU y de las variaciones del tipo de cambio.

De cara a las previsiones del ejercicio, Honda las ha elevado, aunque espera que las magnitudes financieras reflejen descensos.