El pasado martes, se produjo el ansiado encuentro de Pedro Sánchez con Joe Biden para quitarse la espinita del desplante que le hizo durante unos pocos segundos en los pasillos de la sede de la OTAN en Bruselas hace algo más de un año. Ahora el escenario es bien distinto: Madrid acoge la 32ª Cumbre de la OTAN y Sánchez presume de anfitrión y de renovar la relación estratégica con EEUU. Eso sí, no ha tenido el más mínimo reparo en agradecer a Biden el importante suministro de gas que EEUU envía a España: ojo, recuerden que es mucho gas natural licuado (GNL), que cuesta más del doble que el que llega por gasoducto (por ejemplo por el gasoducto Medgaz desde Argelia).

Por si no fuera bastante escandaloso el hecho de que estamos pagando muchísimo más dinero por dicho gas que el que daríamos a Argelia, país con el que Sánchez ha desatado una importante crisis diplomática por rendir pleitesía a Marruecos (que además, curiosamente, es aliado de EEUU) y cambiar su postura respecto al Sáhara Occidental, hay mucho más. El GNL estadounidense en gran parte procede del fracking (fractura hidráulica), una técnica de extracción que está prohibida en España. O sea, que quizá nuestro país podría ahorrarse más dinero en el suministro de gas si apostara por explorar sus recursos. Recuerden que en la Junta de Accionistas de Repsol, Antonio Brufau, refirió que “es un contrasentido” prohibir aquí el fracking y luego importar GNL extraído con dicha técnica de EEUU, y no le falta razón. Además, no hay que olvidar que esta técnica no gustaba mucho a Joe Biden ni a Kamala Harris, pero de la que ahora están sacando una jugosa tajada las arcas estadounidenses y más desde el estallido de la guerra en Ucrania y de cómo Europa acelera para dejar de depender energéticamente de Rusia diversificando suministradores (EEUU, Catar, Australia, Israel y Egipto se benefician de ello, pero la lista podría seguir creciendo). 

Por tanto, EEUU está entre los países que está haciendo negocio con la guerra en Ucrania, y no sólo por aumentar los envíos de GNL a Europa, sino hacerlo de forma destacada a España. Y es que aquí se ha convertido en el primer suministrador de gas en lo que va de año, dejando a Argelia en el segundo lugar. Y por cierto, Sánchez no ha dejado de comprar gas a Rusia (que es aliado de Argelia), sino que la ha aumentado un 52%. Y por cierto, de la crisis diplomática España-Argelia, también se están aprovechando otros países: Italia y Alemania han reforzado su cooperación con el país africano. 

suministradores de gas en junio