¿Qué energías habrá mañana? Es una gran pregunta para la que a día de hoy se dan muchas respuestas, sobre todo en Europa, donde hay una gran confusión en el sector energético. Sin embargo, los verdaderos expertos en la materia -sin influencias demagógicas- consideran que la descarbonización no es viable sólo con las renovables, se necesita la nuclear.

Como saben, la Comisión Europea ha propuesto que esta última se considere como energía verde, algo que España, Alemania, Austria, Dinamarca y Luxemburgo rechazan. Eso sí, los dos primeros países que dirigen Pedro Sánchez y su “amigo OlafScholz, respectivamente, no coinciden en la consideración que debe recibir el gas natural: el primero se niega, pero el segundo lo defiende a capa y espada, lógico porque es su principal fuente de generación eléctrica. De hecho, no hay que olvidar el gasoducto Nord Stream 2, que traerá gas ruso al país germano, aunque ahora su proceso de certificación está paralizado y se romperá el contrato si Rusia ataca a Ucrania.

Bruselas ha propuesto que la nuclear se considere energía verde: España, Alemania, Austria, Dinamarca y Luxemburgo rechazan. Eso sí, Pedro Sánchez y su “amigo Olaf” Scholz no coinciden en la consideración que debe recibir el gas 

“Una inversión mucho más fuerte en tecnologías energéticas bajas en carbono, incluidas las energías renovables, la eficiencia y la energía nuclear”, es la salida a la crisis del gas que estamos viviendo actualmente (incluyendo precios elevados -que repercuten en el de la electricidad- y alta demanda en todo el mundo, destacando Asia), ha considerado Faith Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Todo ello en un artículo publicado en LinkedIn y que se titula “Europa y el mundo deben sacar las lecciones correctas de la actual crisis del gas natural”.

En el viejo continente, el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ha defendido que la descarbonización en la UE debe incluir a la nuclear para cumplir los objetivos, mientras en España hay demasiada ideología al respecto: Cristina Narbona critica a esta energía y la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera se niega a ver que es el complemento perfecto de las renovables en la transición ecológica, que casi no emite CO2 y que sacarla de la ecuación aumenta los precios de la electricidad. Por ahora, en nuestro país, se mantiene el cierre progresivo de reactores entre 2027 y 2035. 

Conviene que estas dos socialistas y otros muchos vean la siguiente imagen que el ingeniero nuclear y divulgador científico Alfredo García (más conocido en Twitter como Operador Nuclear) muestra y que ilustra las emisiones de CO2 de 11 países europeos durante 2020. Los que tienen más nuclear (por ejemplo, Francia), hidroeléctrica (Noruega) o una combinación de estas (Suecia) son los que han registrado menos emisiones, mientras que España las podría reducir con más renovables y más respaldo nuclear y Alemania obtiene un elevado suspenso: gana en emisiones debido a que produce mucha electricidad con gas natural y hasta con carbón, y acaba de iniciar su apagón nuclear. Y por cierto, Bélgica se plantea dar marcha atrás a su cierre nuclear (que iba a realizar de forma progresiva entre 2022 y 2025), pues ha aprobado provisionalmente prolongar la vida útil de los reactores Tihange 3 y Doel 4 por si fueran necesarios para garantizar la seguridad del suministro.

 

 

“Que no os engañen, la transición energética no es hacia las energías renovables, sino hacia actividades sostenibles con bajas en emisiones de CO₂ que no causan un daño significativo en el ecosistema y en la salud de las personas, entre las que están las renovables y la nuclear”, señala García en uno de sus tuits. Y no sólo en Europa está resurgiendo la apuesta por la nuclear (sobre todo, con los impulsos de Francia y República Checa, entre otros países), también en otras partes del mundo, como China o en EEUU, donde el cambio climático está empujando a reducir el uso de combustibles fósiles y muchos estados han concluido que las energías renovables variables no son suficientes para mantener las luces encendidas y que necesitan energía nuclear, según ha informado la NBC.

Y ante el resurgimiento de la nuclear se podría avanzar más adelante en el proyecto de fusión y también está el hidrógeno, que aún es caro, pero el hidrógeno renovable (por el que apuesta, entre otras muchas empresas, Repsol) también es parte del futuro del futuro del sector energético.