Decíamos ayer que la situación financiera del Grupo PRISA (El País y la SER), sigue siendo como las fincas de Extremadura: manifiestamente mejorable. Al mismo tiempo, José Miguel Contreras, comisario político de La Moncloa, en PRISA ha sido catapultado hacia el exterior por el presidente Joseph Oughourlian. Al igual que el presidente de toda la división de medios de PRISA, Carlos Núñez. La razón, como ya hemos informado, es la obsesión de Contreras por crear un canal de televisión, otro más, pro Sánchez. Conste que Contreras no quería sangrar a PRISA. Lo que quería era hacer una televisión en PRISA, en unión con Movistar+, es decir, pagando Telefónica. ¿Es por esto por lo que Oughourlian le ha puesto de patitas en la calle? No, esa ha sido la excusa. Oughourlian es un especulador y lo que habían decidido los máximos responsables de Amber Capital, en el instrumento financiero que controla un 29,9% de PRISA, es salvar al diario más cercano a La Moncloa a cambio de plusvalías en otras empresas más o menos públicas. Por ejemplo, en Indra, donde Oughourlian es consejero.

El cabreo viene por cuanto esas plusvalías no han llegado y Amber ha decidido romper con Moncloa. No es una cuestión personal, son negocios. 

Así es como don Joseph lanza un hecho relevante por el que renuncia a una televisión para PRISA. Además, concede una entrevista al diario económico Expansión -curioso, no a su propio diario económico, Cinco Días-, en la que pone como no digan dueñas  al proyecto televisivo de maese Contreras. Y, para que no quepa duda, Oughourlian se libra del propio Contreras y de Carlos Núñez, presidente de PRISA Media, quien también había apostado por una televisión en abierto. Y es posible que este no sea el último cese. A don Joseph le encanta cesar a la gente y podría entrar en la redacción del diario, con Pepa Bueno, directora de El País, también amenazada.

José Miguel Contreras tendrá que buscar La Séptima en Telefónica... si le dejan

En resumen, Oughourlian no se ha cabreado con sus directivos, con quien está cabreado es con Pedro Sánchez. Ahora bien, nuestro especulador mediático debería darse cuenta de que tampoco es él quien ha salvado a PRISA. A la supervivencia ayudó, es cierto, la compra del 29,9% de la editora, pero, una cosa es comprar acciones y otra, sanear una empresa. En definitiva, si El País y la SER han subsistido ha sido por las generosas aportaciones que por distintas vías han realizado empresas del IBEX para la subsistencia de PRISA. Ni que decir tiene que esas empresas ayudan a PRISA porque el Gobierno así se lo recomienda: ¿qué harán cuando Moncloa no se lo recomiende?

En cualquier caso, PRISA sigue en patrimonio neto negativo, lo que significa que necesita ayuda para sobrevivir. Encima, la tarea de Oughourlian al frente del entramado ha resultado nefasta para la calidad informativa de El País  y de la Cadena Ser, que siempre ha sido un grupo progresista y cercano al PSOE, pero con reputación de calidad. Hablo, tanto del diario, como de la emisora de radio. Desgraciadamente, con Oughourlian en la presidencia, esa reputación han descendido bastantes enteros.