PRISA ha cerrado el ejercicio 2024 con una mejora en su resultado neto y una reducción significativa de su deuda neta. Sin embargo, la empresa sigue arrastrando un patrimonio neto consolidado negativo de -368,5 millones de euros, reflejo de los problemas estructurales derivados de su elevado apalancamiento. La emisión de bonos convertibles ha sido el principal mecanismo utilizado para reducir su carga financiera, aunque a costa de una fuerte dilución accionarial. A martes 25 de febrero, la acción del conjunto empresarial se ha situado en los 0,33 euros, manteniéndose desde el cierre de la sesión del día anterior. Veremos el impacto en el mercado durante las próximas sesiones.

Sobre los resultados del conjunto empresarial, éstos han experimentado una notable mejora en su resultado neto al comparar los ejercicios 2023 y 2024. En 2023 registró pérdidas netas de aproximadamente 32,5 millones de euros y en 2024, las pérdidas se redujeron significativamente, situándose en 11,6 millones de euros. Aunque PRISA aún enfrenta desafíos para alcanzar una rentabilidad neta positiva, la reducción significativa de sus pérdidas netas entre 2023 y 2024 indica una mejora sustancial en su desempeño financiero. Este avance representa una disminución del 64% en las pérdidas netas interanuales, evidenciando una tendencia positiva en la rentabilidad de la empresa. Este resultado se atribuye principalmente al incremento del EBITDA, que alcanzó los 185,2 millones de euros en 2024, reflejando un crecimiento del 2,3% respecto al año anterior, cuando el EBITDA fue de 181,1 millones de euros.

El conglomerado empresarial ha registrado un EBITDA de 185,2 millones de euros, lo que representa un incremento del 2,3% respecto al año anterior, alcanzando un margen del 20,1%. Este resultado refleja el crecimiento sostenido de su negocio educativo y el repunte de la inversión publicitaria. En concreto: (i) Santillana, la división educativa del grupo, ha cerrado 2024 con un EBITDA de 124,8 millones de euros, un 7% más que en 2023 a tipo de cambio constante y (ii) PRISA Media, la unidad de medios, ha incrementado su EBITDA un 13%, hasta 56,9 millones de euros, beneficiándose del crecimiento de las suscripciones digitales y la consolidación de sus ingresos publicitarios. Resumen: aunque la división de medios mejora lo cierto es que es Santillana la que sigue salvando al grupo de prensa favorito de La Moncloa.

Todo ello demuestra que la compañía ha implementado estrategias efectivas de control de costos y ha fortalecido sus modelos de suscripción, especialmente en su división educativa, Santillana. No obstante, factores como la depreciación de monedas en mercados clave y la ausencia de ingresos extraordinarios registrados en 2023 han influido en los resultados finales.

Aunque la división de medios mejora lo cierto es que es Santillana la que sigue salvando al grupo de prensa favorito de La Moncloa

Uno de los puntos clave de este ejercicio ha sido la reducción del apalancamiento. PRISA ha logrado disminuir su deuda neta en 77,7 millones de euros, situándola en 689,3 millones de euros a cierre de 2024. Esta reducción se ha logrado principalmente mediante la emisión de obligaciones convertibles, por un total de 98,7 millones de euros en abril de 2024, que se destinaron a amortizar parcialmente la deuda Super Senior (40 millones de euros) y parte del préstamo sindicado Junior (50 millones de euros). A pesar de esta reducción, la deuda financiera total del conglomerado empresarial se mantiene en 892,4 millones de euros, incluyendo pasivos por arrendamiento y otros conceptos. La ratio de deuda neta sobre EBITDA se ha reducido a 3,72 veces, el nivel más bajo desde 2005, lo que refleja una mejora relativa, pero aún por encima de lo recomendable en términos de solvencia.

Finalmente, tratemos el recurrente talón de Aquiles mostrado por el conjunto empresarial en períodos anteriores y que en este análisis tampoco ha sido una excepción, el patrimonio neto negativo de PRISA. El patrimonio neto consolidado del grupo comunicador sigue siendo negativo, aunque ha mostrado una ligera mejora en el último ejercicio, pasando de -428 millones de euros a cierre de 2023 a -368,5 millones de euros a cierre de 2024, debido en gran parte a la conversión de bonos en acciones y la reducción de deuda.

Sin embargo, esta mejora sigue siendo insuficiente para devolver a la compañía a una situación de equilibrio patrimonial. La conversión de deuda en capital ha permitido reducir la presión financiera a corto plazo, pero a costa de una dilución continuada de los accionistas, lo que limita la capacidad de revalorización del título en el mercado.

Como conclusión, PRISA ha cerrado 2024 con una mejora sustancial en su rentabilidad operativa y una reducción significativa de su deuda neta, pero sigue enfrentando desafíos estructurales. La conversión de bonos convertibles en acciones ha permitido reducir la presión de su elevado apalancamiento, pero a costa de una dilución accionarial que limita su atractivo en bolsa y encima no ha conseguido cerrar el ejercicio con un patrimonio neto positivo, en concreto, el mismo ha sido negativo de -368,5 millones de euros, es decir se encuentra en una situación de quiebra técnica.

En resumen, la agonía continúa, por lo que el empeño del nuevo hombre fuerte, José Miguel Contreras, de crear un nueva TV es una locura. Bueno, salvo que sea la tele de PRISA pero pagada por Movistar+, es decir, por Telefónica, a mayor gloria de Pedro Sánchez.  Además, en este punto hay que recordar la decisión de Oughourlian, que ya ha dejado claro, en el Hecho Relevante enviado a la CNMV, que PRISA no está como para montar televisiones. En plata, que José Miguel Contreras montará la tele en Telefónica. De El País y la SER le han echado.