Tras los sorprendentes cambios en las presidencias de Telefónica y de Indra (el Gobierno cesó a José María Álvarez-Pallete y eligió a Marc Murtra como relevo, y a Ángel Escribano para cubrir la silla de este último), llegó la compra de Hispasat. ¿Por qué Indra aceptó comprar el operador español de satélites? Por orden de Moncloa, claro está, aunque ahora hace de la necesidad virtud, pues aspira a lograr muchos pedidos para los proyectos IRIS2 y Startical,... y así amortizarla.

  

Desde la ingeniería que lideran Ángel Escribano y JoséVicentedelosMozos se defiende la compra de Hispasat, en concreto del  89,68% que poseía Redeia, y que incluye la participación del 43% en Hisdesat (donde Indra ya tenía un 7%). Un acuerdo que Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, así como exministra y amiga de PedroSánchez, ansiaba desde hace tiempo y que semanas atrás había activado vía prensa. No en vano, cabe referir que se trata de una compra que ha sido algo cara (725 millones de euros) y encima vía deuda (Indra ha pedido un crédito de 700 millones a BBVA y BNP Paribas), además de ‘obligada’ por el Gobierno para hacer un favor a Corredor y que pueda acometer la necesaria inversión en redes. Eso sí, todo esto no ha gustado a los inversores, lo que explica que la cotización se mueva a la baja desde el pasado lunes 3 y ya acumule una caída del 10,82% en los últimos cinco días.

Indra ha incluido en el acuerdo de compra una cláusula suspensiva que establece como condición obligatoria la consolidación financiera de Hisdesat en sus cuentas. Se trata de los satélites militares de Defensa, cuyo accionariado se repartía entre: Hispasat, con un 43%; Isdefe -sociedad pública del Ministerio de Defensa-, con un 30%; Airbus (15%), Indra (7%) y Sener (5%). Ahora, tras la compra por parte de la ingeniería, está última se ha hecho con el 50%, y crea la compañía Indra Space para aglutinar la oferta civil y militar en el sector espacias, con la que convierte a Indra en la empresa europea más integrada en toda la cadena de valor del espacio. Es decir, la compra se ve como un coste de oportunidad que les permitirá aprovechar al máximo una empresa de satélites civiles y militares. Además, cabe recordar que Hispasat es el octavo operador de satélites del mundo y el cuarto de Hispanoamérica por volumen de negocio, y actualmente está presidida por el astronauta y exministro PedroDuque.

En este contexto no es baladí lo que se está viendo en la guerra de Ucrania, que empezó el 24 de febrero de 2022 con la invasión rusa. ¿Por qué VladimirPutin no ha usado las fuerzas aéreas? Primero, para evitar que la OTAN hiciera lo mismo y entrara en el enfrentamiento directo con aviones; y segundo, porque todos los aviones rusos están controlados por satélites de EEUU y entre la ayuda militar que este país le ha dado a Ucrania figuran las referencias de dónde está cada avión ruso. Esto refleja en la práctica como ahora el que tiene la información gana las guerras, bueno, más bien, el que tiene satélites gana las guerras. Además, los misiles de nueva generación llevan un chip con información vía satélite y le pueden hacer cambiar de dirección.

Teniendo esto en cuenta y que la seguridad en las comunicaciones de aviones civiles y militares se hace con satélites, Indra está dispuesta a aprovecharlo. Por eso aspira a lograr muchos pedidos de satélites para dos importantes proyectos: el IRIS2y Startical

IRIS2 es un proyecto europeo que lanzará 290 satélites al espacio para dar servicios de conectividad seguros para los Estados miembros y las autoridades gubernamentales, así como banda ancha de alta velocidad para empresas privadas y ciudadanos, reforzando la autonomía estratégica

IRIS2

 

IRIS2 se llama oficialmente Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite; y es un proyecto europeo que lanzará 290 satélites al espacio, y podrá competir con los de Starlink (de la empresa Space X, propiedad de Elon Musk) y los de Project Kuiper (una iniciativa de Amazon, es decir, de JeffBezos). Al aprovechar las ventajas de únicas de satélites de órbita terrestre media y baja, IRIS2 dará servicios de conectividad seguros para los Estados miembros de la UE y las autoridades gubernamentales, así como banda ancha de alta velocidad para empresas privadas y ciudadanos, reforzando la autonomía estratégica y el liderazgo tecnológico de Europa. A mediados del pasado diciembre, Bruselas dio inicio a este programa espacial al firmar su concesión al consorcio SpaceRISE, cuyo presupuesto asciende a 10.600 millones (6.500 millones serán financiación pública y más de 4.000 millones vendrán de la industria) y se prevé el lanzamiento de su primer satélite (a bordo de un cohete europeo de la Agencia Espacial Europea -ESA, por sus siglas en inglés-) para 2029.

Dicho consorcio desarrollará, desplegará y operará el citado sistema satelital y está formado por: varios operadores de satélites -el español Hispasat, el francés Eutelsat y el luxemburgués SES-; y diversos subcontratistas europeos. Entre estos últimos, están: el operador de satélites militares español Hisdesat, el fabricante de satélites francés ThalesAleniaSpace (sociedad conjunta de la ingeniería francesa Thales y la italiana Leonardo), la ingeniería aeroespacial alemana OHB, el gigante aeronáutico europeo Airbus, la compañía de servicios de sistemas espaciales Telespazio (que es de la italiana Leonardo en un 67% y de la francesa Thales en un 33%), la teleco alemana DeutscheTelekom, la teleco francesa Orange y Thales SIX (filial de la ingeniería gala Thales que desarrolla sistemas seguros de información y comunicación para defensa, seguridad y transporte terrestre).

A mediados de diciembre, Bruselas dio inicio a este programa espacial al firmar su concesión al consorcio SpaceRISE, que está formado por: Hispasat, Eutelsat, SES y muchos subcontratistas (Hisdesat, Thales Alenia Space, OHB, Airbus, Telespazio, Deutsche Telekom, Orange y Tales SIX)

Por su parte, Startical es un proyecto español que tiene detrás a Indra y Enaire (sociedad estatal que controla la navegación aérea y es dueña del 51% de AENA). Su objetivo es poner en órbita una constelación de 288 satélites para mejorar la gestión del tráfico aéreo. Busca combinar servicios de vigilancia con un sistema de comunicación por radio VHF entre controladores y pilotos, y así podrá ofrecer una mayor seguridad, capacidad, eficiencia y puntualidad en los vuelos, beneficiando tanto a las aerolíneas como a los pasajeros. Además, facilitará la creación de nuevas rutas que reduzcan costes y emisiones de CO2. Se prevé que este año se produzcan los primeros dos lanzamientos de satélites, tras haber realizado pruebas exitosas en tierra. Precisamente, este jueves, Startical ha presentado el satélite IOD-2.

Indra no sólo aspira a un buen número de satélites para estos dos proyectos que conllevan conectividad y tráfico aéreo, sino ser más fuerte en algo que se le da bien: los sistemas de los radares. Asimismo, en el caso de IRIS2, como ya se vio en el proyecto europeo del futuro avión de combate FCAS (el llamado a reemplazar las flotas de cazas Eurofighter y Rafale), Indra quiere tener una buena posición y defender la soberanía nacional, así como llevarse más adjudicaciones que Airbus. Recuerden que en el caso de FCAS hubo cabreo por parte del fabricante aeronáutico por el hecho de que España no le eligió como coordinador nacional (algo que ya era en Alemania) sino que designó a Indra, y por una vez el Gobierno Sánchez lo hizo bien y defendió dicha postura,... y al final Airbus tragó. 

Pero ojo, según Bloomberg, ahora Airbus habría contratado a Goldman Sachs como asesor para una potencial operación de concentración europea de su negocio espacial. Ya saben que ahora el talón de Aquiles del fabricante aeronáutico europeo son los satélites y ha tenido que acometer algunas provisiones al respecto. La información habla de que se estudia una operación y los principales candidatos para sumarse serían Thales y Leonardo. Los analistas del Banco Sabadell han referido que el CEO de Airbus, Guillaume Faury, ya había anunciado que todas las posibilidades están sobre la mesa en relación con el futuro de su negocio espacial, incluida la potencial unión con otras compañías europeas para rivalizar con SpaceX. Por cierto, este jueves, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado la sede central de Indra. 

Y en el entretanto, el Gobierno, que es el primer accionista de Indra con un 28% a través de la SEPI, quiere que el cuarto (Amber Capital, el fondo de Joseph Oughourlian) se vaya de la ingeniería... y también de El País (es decir, del grupo PRISA). Y recuerden que tras la SEPI, en el accionariado de Indra se encuentran los hermanos Escribano (Ángel, el nuevo presidente, y Javier, consejero), con un 14%; y SAPA (8%).