El Gobierno posee un 28% del capital de Indra, los hermanos Escribano (Ángel, el nuevo presidente, y Javier, consejero) poseen un 14%, SAPA asegura poseer un 8% y Amber Capital un 7,24. 

Empecemos por el final. El precio medio de compra de Joseph Oughourlian fue de 14 euros. La acción a pesar del bajón de estos tres últimos días, tras la compra, a precio carísimo, de Hispasat, cotiza en los 16,6 euros. Es decir, que Oughourlian podría obtener plusvalías si vende Indra, pero le parece poco: quiere más. Ojo, y aún sueña con que Telefónica compre Indra, pero esa es otra historia. 

Recuerden que al francoarmenio de Amber Capital se le encargó salvar PRISA y a cambio se le prometieron otras operaciones donde compensaría el haber comprado un 30% del grupo editorial propietario de El País y la Cadena SER, que estaban en quiebra técnica y aún permanecen en la UVI. Entre esas promesas la de Indra, cuya revalorización prometía compensar el 30% de PRISA que Oughourlian había adquirido. Ahora bien, don Joseph no es un editor, sino un especulador financiero. Y así, se está cansando de esperar. Conste que el precio medio al que Amber entró en Indra fue de 14 euros y ahora los títulos de la ingeniería están por los 16,6 euros. Y eso, a pesar de que lleva tres días de bajadas pronunciadas, tras la compra apalancada, de Hispasat. 

Pero a don Joseph le parece muy poco: quiere más. De esta manera, las salvas se han vuelto lanzas y Oughourlian reta a Pedro Sánchez: ni me voy de PRISA, ni pongo más dinero. Y, si no lo pones tú, a través de quien sea, a lo mejor el periódico más vendido de España y la emisora más oída de España, se vuelven contra Moncloa. 

¿Impensable? Recuerden que ya ha habido artículos verdaderamente ponzoñosos contra Pedro Sánchez, en las páginas de El País: las coincidencias existen pero las casualidades no. 

Oughourlian también sueña con que Telefónica se coma a Indra y, al rebufo de tan magna operación, aumentar su plusvalía. Pero esa operación de la que tanto se habla en la 'City madrileña' esta semana, es muy difícil, por más que el presidente de Indra se haya convertido en el presidente de Telefónica. Por de pronto, podría encontrarse con la rebelión de los minoritarios de Telefónica... y hasta de los mayoritarios. Es cierto que el Gobierno tiene rendido al núcleo duro de Telefónica y al núcleo duro de Indra. El bastante vergonzoso cese de Pallete ha servido para navegantes y en cuanto a Indra, recuerden que es una empresa que, en materia de defensa, sólo tiene un cliente: el Gobierno (bueno y cualquier otro Gobierno de cualquier otro país). 

Aún así, esa operación es muy complicada, y, en todo caso, en Moncloa recuerdan que Joseph Oughourlian ha dejado de ser necesario.