Indra ha comprado el 90% de Hispasat a Redeia, por 725 millones de euros. La noticia se anunciaba en la noche del viernes 31 de enero o, al menos, ya anochecido el último día del primer mes de año, con todo el personal afectado de fin de semana.
La verdad es que no me extraña porque es el mismo precio que el anterior presidente de Indra, Marc Murtra, hoy en Telefónica, se había negado a aceptar de la presidente de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, amiga personal de Sánchez.
Hispasat, a día hoy y mientras no se desarrolle la industria de drones que, por el momento, no es su especialidad, y mientras no se aclare si Hispasat va a ser más una empresa civil que militar, o justo al revés... no es un buen sino un mal negocio.
Es más, en el sector existe el consenso de que, o bien se dispone de satélites que cubran los 24 husos horarios del planeta o mejor dedicarse a otra cosa. Precisamente, esa fue la razón por la que Telefónica y Abertis abandonaron Hispasat. Ahora se lo han endilgado a Indra.
En pocas palabras: que a la fuerza ahorcan: Indra compra el 90% de Hispasat por un precio abusivo, que hasta ahora no había sido aceptada por la industria de Defensa, participada en más de un 25% por el Gobierno (perdón, por el Estado). Hasta ese momento, Marc Murtra no lo había aceptado. Ahora, su sucesor, Ángel Escribano, y el CEO, José Vicente de los Mozos, sí lo han hecho,
Esta operación beneficia a Redeia y no a Indra. Eso sí, no hay mal que por bien no venga: a ver si Beatriz Corredor, invierte ahora esos 725 millones donde los tiene que invertir: en redes, materia en la que va un poquito retrasada y que se ha convertido en el cuello de botella del sector eléctrico en el momento presente, con un peligro, serio, de apagones y de carestía en el suministro. Bueno, esto ultimo no es un peligro futuro sino una realidad presente y tirando a consuetudinaria.
Pero no olvidemos lo antedicho: hasta ahora, Marc Murtra se había negado a pagar el precio que exigía la amiga de Sánchez. Ahora, Ángel Escribano lo ha aceptado. Y va a tener que justificar que no lo ha hecho por algo distinto a una orden de Moncloa, de un Pedro Sánchez a quien su amiga Beatriz Corredor venía llorando porque la situación en Redeia es, como ya hemos informado, muy parecida a la de las fincas en Extremadura: manifiestamente mejorable.
En todo caso, una prueba, otra más, de que las empresas, también las que dependen en buena parte del presupuesto público, no deben dirigirse desde Presidencia del gobierno sino con criterios de mercados. Por lo general, para lo único que sirve el Gobierno al frente de grandes corporaciones es para vestir a un santo desvistiendo a otro, en un constante juego de suma cero, en el que lo que alguien lo gana alguien lo pierde.
En todo caso, 725 millones de euros por el 90% de Hispasat es un precio abusivo y un pelín desmelenado. Punto y final.