Enagás ha iniciado “una nueva época”, en palabras de Antonio Llardén, ya como presidente no ejecutivo, en rueda de prensa presencial y telemática para presentar los resultados de 2021 y la Visión 2030. Y es que lo hará apostando por los gases renovables (el biometano y el hidrógeno renovable, entre ellos), pero sin dejar de lado el gas natural... donde España está mejor que Europa gracias a su doble esquema (gasoductos y plantas regasificadoras -estando junto a Japón, Corea del Sur y Reino Unido, entre los países con mayor número de estas-).

La compañía gestora del sistema gasista y transportista de gas ha apostado por las normas de buen gobierno optando por el modelo anglosajón en su cúpula, con un chairman, Llardén, y un nuevo CEO, Arturo Gonzalo, que sustituye a Marcelino Oreja. El primero ha cedido todo el poder ejecutivo a Gonzalo y confía en que puede aportar “mucho conocimiento y experiencia en el sector, en instituciones y de regulación, y en descarbonización, política ambiental y de cambio climático”, ha explicado Llardén. A esto se suma el asalto del PSOE a su Consejo, de donde salen la mayoría de consejeros del PP, menos Ana Palacio: entran los socialistas Manuel Gabriel González Ramos y María Teresa Costa Campi, consejera externa dominical en Red Eléctrica en representación de la SEPI y que deberá dejar de serlo si quiere una silla en Enagás, donde “aportará su know how en regulación”; y los académicos Clara García Fernández-Muro, “especialista en temas de macroeconomía y transición energética”, y David Sandalow, “el primer extranjero” en dicho órgano y que aportará “experiencia internacional y en EEUU”.

Incorporará cuatro nuevos consejeros independientes, entre ellos María Teresa Costa Campi, actual consejera externa dominical en Red Eléctrica en representación de la SEPI y que deberá dejar de serlo si quiere una silla en Enagás

A pesar de que 2021 ha sido “un año complejo para los mercados”, Enagás presume de que el sistema gasista español ha funcionado al 100% tanto en la disponibilidad como en la seguridad de suministro. De hecho, alcanzó una contratación de capacidad del 100% en las plantas regasificadoras (siete en España -seis funcionando- y una en Portugal) y aumentó un 54% las existencias de gas natural licuado (GNL). Este invierno ha subastado y contratado 145 slots de descargas frente a los 86 del invierno anterior, y tiene “capacidad para dar más slots a las plantas en España, si fuera necesario” para garantizar el suministro por el impacto que pueda tener que Alemania haya suspendido la certificación del gasoducto Nord Stream 2, y Llardén cree que esto último “puede afectar a corto plazo en los precios”. Respecto a los precios del gas natural, Llardén ha respondido a Hispanidad que en Europa y Asia se han visto influenciados en un 80% por motivos geopolíticos, a los que se ha sumando una disfunción entre oferta y demanda, mientras en EEUU han sido cuatro o cinco veces inferiores. Y aunque no tiene una bola de cristal, ha considerado que el gas “no va a alcanzar las puntas que ha tenido, pero tenderá a ir bajando” si no hay un conflicto serio en Ucrania.

Este invierno ha subastado y contratado 145 'slots' de descargas frente a los 86 del invierno anterior, y tiene “capacidad para dar más 'slots' a las plantas en España, si fuera necesario”

De cara a la Visión 2030, no sólo se apuesta por usar el gas natural como soporte de la descarbonización y la electrificación, sino también por que “los gases renovables sean un vector importante”, ha señalado Llardén. Por ello, seguirán transportando gas y haciendo inversiones para transportar también hidrógeno en el futuro, por los mismos gasoductos y otras nuevas infraestructuras. Y en esto tendrá ayuda: acaba de abrir su filial Enagás Renovables al fondo Clean H2 Infra Fund, gestionado por Ardian y FiveT Hydrogen (a través de la joint venture Hy24), que controlará el 30% con “voluntad de permanencia”, mientras Enagás tendrá el 70% restante y no descarta sumar más socios. Dicha filial posee una cartera de más de 50 proyectos de gases renovables, destacando: ‘Power to Green Hydrogen Mallorca’, junto a Acciona Energía, Cemex y el IDEA, que ha producido en pruebas las primeras moléculas de hidrógeno renovable del primer proyecto a escala industrial en España; la tecnología innovadora de la fotoelectrocatálisis para producir hidrógeno verde haciendo uso directo de la energía solar que ha logrado junto a Repsol (empresa para la que trabajaba antes el nuevo CEO); y el proyecto UNUE, la primera instalación de biometano que lo ha inyectado a la red gasista, el cual ha puesto en marcha con Suma Capital.

En el tema del hidrógeno renovable, Arturo Gonzalo ha referido que se necesitan “proyectos más grandes para que sea un nuevo vector”. Por eso, se unen empresas y crean consorcios (por ejemplo, SHYNE, impulsado por Repsol y Enagás, con otras 31 compañías y entidades), así como clusters o valles de hidrógeno. A día de hoy, los precios del hidrógeno aún no son competitivos (“el coste de laboratorio es mayor que el de los combustibles alternativos”, ha explicado Llardén) y aunque pueden ayudar las subvenciones, es necesario factor escala e innovación tecnológica, para crear un mercado con regulación y certificadores. “En cinco, siete u ocho años habrá eficiencia en el precio”, ha añadido, insistiendo, como en el poema de Antonio Machado, en que “se hace camino al andar”. 

Por último, Enagás seguirá apostando por la descarbonización con la meta puesta en ser neutra en carbono, en 2040. Ahora a la reducción de más de la mitad de sus emisiones directas e indirectas desde 2014, suma el objetivo de descarbonizar la cadena de valor reduciendo un 50% sus emisiones para 2040. Y todo ello con un firme compromiso con el empleo: “No se ha despedido a nadie en la crisis ni se ha hecho ningún ERTE”, ha presumido Llardén.