Ya ha acabado el periodo de aceptación de la opa sobre Naturgy lanzada por el fondo australiano IFM, pero aún quedan unos días para que se conozcan los resultados. Esta operación ha provocado ríos de tinta física y digital desde que se anunció el pasado 26 de enero, tiene gran relevancia dentro del sector energético español y ha recibido una alfombra roja por parte del Gobierno (algo que sería impensable en Francia). Ante este escenario y las numerosas apariciones del representante de IFM en España, Jaime Siles, hablando de bajar el dividendo, Isidro Fainé advierte que no se permitirá el troceo de Naturgy… que es el verdadero objetivo que persigue el fondo australiano.

La postura del presidente de CriteriaCaixa (principal accionista de Naturgy) y de la Fundación Bancaria La Caixa no es baladí. Conviene tener en cuenta que Criteria rechazó la opa de IFM a mediados del pasado mayo y desde entonces ha ido reforzando su participación en la energética, llegando hasta el momento al 26,5% del capital. Además, en un punto Fainé tiene el apoyo del Gobierno: concretamente en que los contratos de suministro de gas no se tocarán.

Hace un año Naturgy consolidó la relación estratégica con la argelina Sonatrach, con la que controla el gasoducto Medgaz. Ahora se cerrará el gasoducto del Magreb y el ministro Albares ha fracasado en su viaje a Argelia: barcos de gas natural licuado se han desviado a Asia

Recuerden que hace un año Naturgy logró consolidar la relación estratégica e histórica con la empresa argelina de hidrocarburos Sonatrach, con la que comparte el accionariado del gasoducto Medgaz que transporta gas de Argelia a España. El acuerdo coincidió con el viaje oficial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Argelia, pero este no tuvo ninguna intervención en el mismo. Actualmente, la energética que dirige Francisco Reynés controla el 49% del gasoducto Medgaz a través de un vehículo en el que dio entrada a un fondo energético ligado a BlackRock y Sonatrach (que también es dueña del 4,1% de Naturgy), el 51% restante.

Claro que ahora habrá un cambio relevante en la llegada del gas argelino a España, que supone cerca del 45% de las importaciones de este hidrocarburo que hace nuestro país y que hasta ahora llegaba por dos vías (a través de Medgaz y del gasoducto Magreb-Europa que pasaba por Marruecos y cruzaba el Estrecho de Gibraltar). El próximo 31 de octubre Argelia cerrará el del Magreb, poniendo así fin a 25 años de suministro al reino alauí, por lo que el reciente viaje que hizo José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha sido un fracaso, por mucho que este presuma de que el suministro de gas está garantizado. Es más, Argelia había ofrecido compensar el volumen que nuestro país dejaría de recibir a través del Magreb mediante barcos cargados con gas natural licuado que descargarían en las regasificadoras españolas, pero recientemente parte de este suministro se ha desviado a países asiáticos (destacando China).

El Oxford Institute para el Estudio de la Energía se hace varias preguntas, entre ellas: ¿Qué proveedores venderían gas a un precio diferente al de mercado?, ¿Qué experiencia tiene la UE en la negociación de compras de gas y durante cuánto tiempo lo haría?, ¿Cómo se repartiría el gas comprado entre los países miembros de la UE?

En este contexto de crisis energética, se suma la feroz escalada del precio de la luz (por culpa del CO2 y del gas) y las eléctricas ya postulan un relevo para Teresa Ribera por su inexperiencia empresarial. Todo apunta a que la vicepresidenta ecológica será la próxima víctima de la política ‘kleenex’ de Pedro Sánchez, aunque dentro de unos meses, cuando este último pueda colgarse la medalla de haber bajado la factura de la luz. Como saben, Sánchez ha propuesto una compra conjunta de gas por parte de la UE, algo que el Oxford Institute para el Estudio de la Energía ha criticado, considerándola una respuesta equivocada al entorno actual de precios. Este reputado centro se ha hecho algunas preguntas al respecto, como: ¿Qué proveedores venderían gas a un precio diferente al de mercado?, ¿La UE impide que los compradores de gas existentes en su territorio compren gas mientras lo compran en su lugar?, ¿Qué experiencia tiene la UE en la negociación de compras de gas y durante cuánto tiempo lo haría?, ¿Cómo se repartiría el gas comprado entre los países miembros de la UE?, ¿Dónde se almacenarían las reservas estratégicas (Europa tiene mucha infraestructura de almacenamiento de gas y estaba en gran parte llena hace un año)?, ¿Quién decide si se utilizan las reservas estratégicas y cuándo y para qué países?

Volvamos a la opa de IFM. Al fondo australiano se le puede aplicar el refrán de quien mucho abarca poco aprieta, porque ha pasado de aspirar al 22,689% de Naturgy a conformarse con el 10%, ampliando la sospecha de que pueda haber concertación con los fondos CVC y GIP. Si esto se da, tendrían una mayoría de al menos un 51%, que un primer momento no lo tendría tan fácil en el Consejo de Naturgy, porque Criteria pediría tres consejeros (en función de su actual 26,5%) e IFM querría dos si llega al 17% o uno si se queda en el 10%. Eso sí, habría una condición sine qua non: Reynés tendría que seguir siendo presidente y CEO de Naturgy. Claro que la citada mayoría de los tres fondos se podría hacer con el control a corto plazo, en la Junta General de Accionistas, y cambiar todo lo que quisiera. 

Recuerden que en las últimas semanas Jaime Siles se ha paseado por distintos medios de la mano de Estudio de Comunicación hablando de que el fondo bajará el dividendo de Naturgy, algo que rechazó el Consejo por unanimidad (por tanto, Criteria, CVC, GIP y los independientes) y también Fainé, quien recordó que es un “pilar fundamental” para la Obra Social de La Caixa. Así, Siles insistía en confundir al accionista, mientras ocultaba el verdadero objetivo de IFM: trocear la energética.