La opa de IFM sobre Naturgy va llegando al momento clave: el periodo de aceptación acaba el viernes 8. En el entretanto, Jaime Siles, hijo de poeta y responsable en España del fondo australiano, continúa paseándose por los medios (los penúltimos han sido Europa Press y Radio Intereconomía) de la mano de Estudio de Comunicación, donde insiste en confundir al accionista y en la intención de bajar el dividendo de la energética. Eso sí, Siles esconde que IFM persigue su troceo.

Este jueves se ha conocido que el Gobierno modificará el decretazo y Endesa e Iberdrola lo celebran en bolsa con subidas del 4,31% y del 7%, respectivamente. Según fuentes financieras, esto tumba el argumento que IFM ha repetido varias veces de que en el periodo post-OPA las acciones de Naturgy se resentirán en los mismos niveles que lo han hecho las de las otras dos eléctricas durante los últimos meses por las propuestas regulatorias del Gobierno. Además el fondo australiano señalaba que la acción de Naturgy no ha tenido dicho correctivo por su oferta, precisamente, y que desde que la anunciara el pasado 26 de enero, el índice europeo de las compañías del sector utilities ha bajado un 7%.

Los múltiplos de Naturgy no sugieren una corrección: su rendimiento por dividendo está en línea con el de Endesa y por encima del de Iberdrola y en ratio EV/Ebitda cotiza en línea con Iberdrola y gana ligeramente a Endesa

Sin embargo, la realidad de la compañía y del sector refleja otra cosa. Las mismas fuentes financieras refieren que los múltiplos de Naturgy no sugieren una corrección. Primero, porque a los precios actuales, su rendimiento por dividendo está en línea con el de Endesa y por encima del de Iberdrola, algo que lejos de sugerir una corrección, podría incluso implicar una revalorización. Segundo, porque en ratio de valor de empresa entre resultado bruto de explotación (EV/Ebitda), múltiplo de referencia del sector, Naturgy cotiza en línea con Iberdrola y ligeramente por encima de Endesa. A la vista de esto cabe preguntarse por qué debería cotizar por debajo de sus comparables si su exposición a los cambios regulatorios en España es menor.

Parece que la estrategia de IFM de atemorizar y confundir al accionista para que acepte su oferta ha quedado totalmente al descubierto y otra de sus muestras es la insistencia en que reducirá el dividendo. Recuerden que dicha remuneración no está en riesgo: el Consejo de Administración aprobó por unanimidad el nuevo plan estratégico en julio, que recogía un dividendo de 1,20 euros por acción; y el pasado viernes reiteró ante la CNMV que no está prevista ninguna revisión de dicha hoja de ruta y que cualquier cambio requiere de una mayoría reforzada. A esto se unió Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa y de CriteriaCaixa (principal accionista de Naturgy que sigue reforzándose y ya posee el 26,5%), destacando que el dividendo de la energética es un “pilar fundamental” para la Obra Social de La Caixa.

Ni Criteria ni los fondos CVC y GIP quieren un recorte de dividendo. Y vuelve a surgir el peligro de troceo, porque si IFM está dispuesto a “hacer sacrificios” al bajarlo o incluso eliminarlo, ¿cómo afrontar la deuda que está usando para adquirir una participación de la energética? Esto hace temer una venta de activos

Por tanto, queda claro que ningún accionista actual quiere un recorte de dividendo, sobre todo CriteriaCaixa y los fondos CVC y GIP. Es más, estos últimos dependen del dividendo no sólo para hacer frente a la deuda con la que compraron su participación sino también para rentabilizarla, aunque después de que el fondo australiano pasara de aspirar al 22,69% a conformarse con el 10% de Naturgy, se ha ampliado la sospecha de que pueda haber concertación entre los tres. 

Paralelamente, vuelve a surgir el peligro de troceo porque si IFM está dispuesto a “hacer sacrificios” (en palabras de Siles) al bajar o incluso eliminar el dividendo y presume de invertir “a 100 años vista, como Criteria”, ¿cómo podrá afrontar la deuda que está usando para adquirir una participación de la energética? Ningún banco estaría dispuesto a financiar una OPA sin tener claro cómo se repagarán los préstamos y si no es vía dividendo, ¿cómo lo hará IFM? Esto hace temer que sea a través de la venta de activos, de hecho hace unos días OK Diario informó que el fondo australiano intenta que el Gobierno le permita vender activos antes de cinco años, por tanto una mejora de las condiciones que le puso para aprobar su OPA, pero desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ni confirman ni desmienten este punto, sólo responden a Hispanidad dos días después de la consulta que “la pregunta sobre las intenciones de IFM debe remitirse a dicha sociedad”. Y a esto se suma que la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera se ha convertido en un pato cojo y todo apunta a que será la próxima víctima de la política ‘kleenex’ de Pedro Sánchez